Los emigrantes gallegos en Argentina acudieron a la llamada de su patria adoptiva durante la Guerra de las Malvinas. Medio centenar de ellos participaron en el enfrentamiento militar con Gran Bretaña, del que ahora se cumplen 25 años, en la tarea de aprovisionar a las Fuerzas Armadas a bordo de mercantes. Entre ellos estaba Alfonso López, un contramaestre de Fisterra que sobrevivió al bombardeo del Isla de los Estados, que navegaba por la zona de operaciones, en el Estrecho de San Carlos, con munición y combustible para aviones militares a bordo.

De los 23 tripulantes, sólo el marino gallego y el capitán de Corbeta Alois Payarola sobrevivieron a la artillería de la fragata Alacrity. Ambos lograron llegar a la Isla Cisne. "Sobrevivieron comiendo lo poco que encontraron en un paraje desolado y geográficamente hostil, bebiendo agua de lluvia hasta que fueron rescatados seis días después por el Forrest", explica Enrique F. Widmann-Miguel, portavoz de la revista Iberinfo.com, que ofrece información en Internet sobre españoles en Argentina. Junto a López viajaba otro fisterrá, Manuel Olveira, condecorado a título póstumo en el país albiceleste por su valor en el conflicto. No tuvo la misma suerte tras el bombardeo de la fragata británica y murió en el hundimiento.

La invasión

Las fuerzas argentinas invadieron las Islas Georgias el 2 de abril, lo que desató la guerra. La popularidad del general Galtieri, al mando de la junta militar, vivía sus horas más bajas, y con la acción buscaba revitalizarla. Sin embargo, la primera ministra británica, Margaret Thatcher, reaccionó de inmediato. Sólo un día después partía su flota con destino al Atlántico sur para reconquistar las islas. El 1 de mayo comenzaron las hostilidades.

El Isla de los Estados participó en labores de apoyo logístico. Anteriormente mercante español bajo el nombre de Transbética, fue adquirido por Transportes Navales argentinos para desplazar ganado bovino desde Malvinas a Santa Cruz. Tras iniciarse el conflicto, el barco pasó a abastecer a las fuerzas del país suramericano en la zona de operaciones.

El 10 de mayo el mercante cayó abatido por los proyectiles del Alacrity, que detectó su señal de radar y lo dejó a descubierto tras iluminar el cielo con bengalas. El Isla, en el que prestaban servicios hombres de las tres Fuerzas Armadas y de la Prefectura Naval argentina, explotó al recibir los impactos las municiones y el combustible que transportaba. En pocos minutos se fue a pique.

La traumática experiencia no amilanó a Alfonso López, que siguió en la mar hasta su jubilación en 1992. "Prestó servicios como contramaestre en distintas unidades", recuerda Widmann-Miguel. También defendió la causa de las Malvinas el resto de su vida, hasta fallecer el 24 de septiembre de 2005 tras una larga dolencia . "Lo hizo con pasión, dando charlas en los colegios, participando en los programas de radio y en actos públicos", añade. Otro fisterrá, José Manuel Martínez, participó en la contienda embarcado en el Bahía del Buen Suceso. El buque también resultó alcanzado en las acciones militares.

El 14 de junio de 1982 el general Menéndez firmó la rendición. Fue el fin de la dictadura.