Unas ochenta parejas gallegas recurren cada año a la selección genética de embriones para que sus hijos no hereden algunas de las enfermedades que sufren los padres. A través de esta técnica, que tiene un coste superior a los 3.000 euros, se intenta evitar que los niños padezcan dolencias hereditarias como la fibrosis quística, la hemofilia, la enfermedad de Huntington o el síndrome de X-Frágil. También se aplica este análisis genético para reducir las posibilidades de un aborto en mujeres con dificultades para gestar con éxito el feto.

Sólo un centro en Galicia, la clínica de reproducción asistida Zygos (en Santiago), está autorizado por la Consellería de Sanidade para practicar esta técnica, denominada diagnóstico genético preimplantacional.

La posibilidad de seleccionar embriones para evitar que los hijos hereden determinadas dolencias está ya regulado en la Ley de Reproducción Asistida de 1988. En Galicia, sin embargo, ningún hospital público ofrece esta alternativa.

"Son sobre todo parejas relativamente jóvenes y conocedoras de que alguno de los dos tiene una determinada enfermedad las que acuden a nosotros para evitar que sus hijos la hereden", explica la responsable del centro, la doctora María Graña.

Mediante la fecundación in vitro se consiguen los embriones, a los que se les practica una prueba genética. "Cogemos una célula de cada embrión y estudiamos determinados cromosomas, que son los que guardan todo el material genético: color de ojos, altura, carácter o enfermedades...", explica la doctora Graña.

Una vez se obtiene esta información se implanta en el útero materno aquel embrión con menos probabilidades de desarrollar una enfermedad hereditaria. El grado de éxito depende de si la dolencia depende únicamente de un gen, en cuyo caso es fácil identificarlo y descartar a los embriones que lo porten, o bien están implicados varios genes. Si ocurre esto último, el objetivo es reducir al mínimo las posibilidades de que el niño padezca esa dolencia en un futuro.

En el caso de la hemofilia es muy fácil, ya que, aunque las mujeres pueden ser portadoras de esta enfermedad, sólo la padecen los hombres. De esta manera, seleccionando el sexo del bebe se puede evitar que hereden este mal caracterizado por problemas en la coagulación de la sangre.

Además de la hemofilia, la selección de embriones se utiliza también para evitar la transmisión hereditaria de otras dolencias como la anemia de células falciformes, la enfermedad de Gaucher, el síndrome de Marfan, la neurofibromatosis tipo I, la atrofia muscular espinal, la distrofia miotónica o la muscular.

Con la última modificación de la Ley de Reproducción Asistida se abre también la posibilidad a seleccionar embriones que puedan ser potenciales donantes para curar a un hermano enfermo. "De momento aquí no hemos tenido ninguna petición, pero sí hemos recibido llamadas solicitando información", explicó María Graña.