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Movidas varias de parejas (Vol. 1)

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@A2C_ILUSTRACIONS / emma placer

Emma Placer

Emma Placer

Me gusta mucho usar la palabra “movida” porque no tiene un significado totalmente negativo. No es que pretenda frivolizar ni mucho menos con el tema, que me consta que es de las cuestiones que más nos hacen sufrir a los seres humanos, pero quitarle un poco de hierro viene muy, muy bien. Voy a hablar de parejas, pero esto se puede hacer extensivo a otro tipo de relaciones, ¡diversidad ante todo!

El conflicto (La movida)

La crisis y los desacuerdos existen, y nos generan malestar, eso está claro. No me creo nada a las parejas que no tienen conflictos. El problema de las parejas no está en los desacuerdos que tienen, sino en su forma de afrontarlos: disponer de herramientas que no conviertan un granito de arena en un castillo será clave para el bienestar del conjunto.

Las parejas suelen pedir ayuda en terapia en algunas de las siguientes etapas conflictivas de su relación:

  • Cuando se termina la etapa de enamoramiento mágica y comienzas a conocer a la persona realmente (amor maduro).
  • Periodo de embarazos, adopciones, etc.
  • Mudanzas.
  • Bodas.
  • Problemas económicos.
  • Cambios de trabajo.
  • Jubilación.
  • Las familias de origen.
  • Y, curiosamente, posteriormente a las etapas vacacionales (Navidad, verano, etc).

Los 3 errores que incrementan “las movidas”

Una de las primeras formas de afrontamiento, por paradójico que parezca, es la absoluta negación del problema: “No pasa nada, son cosas normales, estaremos bien”; no hacemos nada para evitar el dolor que puede suponer decirte, por ejemplo, que “tu madre es insoportable y quiero dejar de visitarla con frecuencia”. Tenemos que tratar de afrontar de una forma crítica, y, siguiendo este ejemplo, preguntarnos: ¿qué hago yo para hacer más grande este problema con mi suegra?, ¿qué cosas puedo hacer para solucionarlo o suavizarlo?; normalmente, buscamos fuera porque es como más sencillo hacer responsable de mis “movidas” a lo de fuera. “Es que el examen era muy difícil”, en vez de “no he estudiado lo suficiente”; este ejemplo típico adolescente aplicado al mundo de la pareja se equipara a lo que yo puedo cambiar en primera persona, y no mi pareja o su entorno. Este proceso de aprendizaje es único y te ofrece una sensación de competencia que es muy compleja, pero muy satisfactoria cuando por momentos aprendemos a manejarla.

El segundo error es esperar que cambien los demás: “cariño, eres tú quien deja todo tirado por casa y no friega los cacharros, tienes el deber de cambiar”. La responsabilidad de cambio es de ambas partes; en este caso, parece evidente que quien no realiza las tareas domésticas es quien tiene la responsabilidad de cambiar; pero no es así, realmente la otra parte tiene que saber comunicar de forma asertiva (sin gritos, broncas o reproches), comunicar al fin y al cabo, lo que tiene que ver con los derechos mínimos de la convivencia que se han marcado.

Por último, sería tapar el error con terceras personas, actividades o sustancias, os cuento dos ejemplos ilustrativos reales (los nombres me los he inventado).

Caso 1: Jorge, de 34 años, se sobre-ocupa laboralmente, se ofrece voluntario en el trabajo para actividades, llega tardísimo a casa por hacer horas extras, etc. En casa, su pareja le exige tener hijos en este momento, cuando a él no le apetece y está evitando, “tapando” tener esa conversación importante para ambos.

Caso 2: María, 56 años, desde hace tiempo su pareja no tiene iniciativa para tener sexo. Ella lo demanda, y obtiene evasivas del tipo “estoy cansado”, “no me apetece”; ella no se atreve a profundizar más en el tema, le da miedo. Tiene una buena amiga con la que va al gimnasio y pasa mucho tiempo con ella, se ha apuntado a todas las clases de fitness que existen y evita el tema haciendo deporte por encima de lo aconsejable.

Como véis, todos los errores están muy relacionados unos con otros, y a veces parece difícil deshacer el entuerto. Os esperamos en una próxima entrega, donde describiremos algunas soluciones y herramientas concretas para resolver nuestros conflictos de pareja de forma eficiente.

Hasta entonces, ¡mucha salud y placer! Para dudas e inquietudes, os esperamos en www.saludplacer.com.

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