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Japón: Shimpei Shimada y otros dos peñistas de Afouteza Nipón.Cedidas

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Celtistas desde Tokio a Nueva York

Aficionados al club de fútbol celeste viven su pasión desde la distancia integrando peñas en países extranjeros como Japón, Alemania, Venezuela, Estados Unidos y Suiza

El gol de Mostovoi al Real Madrid con la pierna izquierda en 1998 impresionó tanto a Shimpei Shimada, un espectador japonés que estaba viendo el partido en Tokio por televisión, que desde entonces comenzó a seguir al Celta y hoy es el presidente de la peña Afouteza Nipón en Japón. La del país del sol naciente es la comunidad celeste más lejana de Vigo y la más curiosa, pues su decena de integrantes no tiene ningún vínculo de sangre con Galicia. En Nueva York, Ginebra, Venezuela, Alemania y Londres existen otras peñas que aglutinan a emigrantes gallegos, sus descendientes y simpatizantes de la colectividad celtiña.

La relación de Shimpei Shimada con el Celta es larga. Un mes después de engancharse al equipo celeste comenzó a estudiar español en su universidad y un año más tarde, en 1999, vino a estudiar español a un curso internacional en Salamanca. Ese año pisó por primera vez Balaídos. “Jugaba el Celta contra el Barça cuando el equipo catalán estaba en la cabeza de la tabla y nosotros de segundos. Podríamos habernos puesto por primera vez en la historia de líderes, pero lamentablemente empatamos a ceros, aunque me impresionó mucho el partido”, recuerda desde Tokio.

A ese primer encuentro le sucedieron varios más durante los dos años que el nipón vivió en España y fue abonado de Tribuna. “Seguí al Celta en la Liga, la UEFA y la Copa. Hice amigos vigueses con los que aún mantengo la relación, mi identidad es un poco viguesa”, dice. Más tarde, y ya en su país natal, continuó siguiendo en solitario al club gallego. “Durante veinte años no había ningún aficionado al Celta en Japón aparte de mí, pero en la temporada 15-16 al seleccionarse para la Europa League, muchos chavales de veinte años empezaron a interesarse por el Celta y a seguirlo por las comunidades de fútbol en Twitter. Y así nos encontramos”, explica este japonés de 45 años que lleva en Japón la cuenta de Twitter Afouteza nipón, el mismo nombre de la peña que crearon hace un año.

"Mi identidad es un poco viguesa"

Shimpei Simada . Japón

“Los cuatro que vivimos en el área de Tokio nos juntamos a veces en restaurantes o bares para ver partidos o charlar; el resto viven en la zona de Osaka, al oeste de Japón, y los veo cuando viajo por trabajo;”, explica Shamura. Aparte de la participación del equipo gallego en la competición europea, el estilo de juego de la temporada 20-21 imprimido por Coudet enganchó a los nipones. “Me alegré mucho de que el Chacho volviera al Celta, donde ya me gustó como jugador, quería que hubiera seguido, pero el fútbol a veces es injusto y su despedida fue inevitable por los resultados”, relata. El convenio de colaboración entre el Celta y la Federación Japonesa de Fútbol, por el que el club celeste comparte métodos de enseñanza de fútbol base con equipos nipones, también despertó el interés de algún aficionado que ahora es miembro de la peña Afouteza Nipón, al igual que los campus en los que forman a niños japoneses a través de un acuerdo con Wakate Group .

Integrantes de Afouteza Nipón.

“Después de la crisis financiera que vi en Japón y que hizo desaparecer clubes de fútbol en España, para mí es suficiente que el Celta siga existiendo y lleve diez años seguidos en Primera División. Me gustaría verlo en competiciones europeas, pero no está obligado. También me gustaría que viniera a Japón en una pretemporada”, expresa Shamura.

De Tokio a Nueva York. En el restaurante Tomiño, en pleno corazón de Manhattan, en el barrio Little Italy, se reúnen para ver partidos, cuando los horarios lo permiten, los integrantes de la Peña Celtista de Nueva York, que el pasado verano se formó oficialmente y cuenta con una treintena de peñistas, en su gran mayoría gallegos o descendientes de segunda generación de emigrantes y sus allegados que viven en la ciudad de la Gran Manzana y en Nueva Jersey.

Celtistas de Nueva York en el restaurante Tomiño, en el centro de Manhattan.

Es una manera de hacer comunidad celtista fuera de casa, al fin y al cabo todos compartimos pasión por el Celta y morriña por nuestra tierra. Un objetivo secundario es dar a conocer el Celta en esta ciudad y algún día en este país”, comenta Andrés Domo, el presidente de la peña, un vigués que lleva diez años viviendo en Estados Unidos, nueve en San Francisco y uno en Nueva York. Con tantos kilómetros de distancia, les resulta complicado organizar algún viaje a Balaídos para seguir a su equipo, aunque la mayoría vienen al menos una vez al año a Galicia y hacen coincidir fechas para poder asistir a algún partido. Mientras tanto, les basta con ver juntos los partidos o comentarlos a través de un chat. “Estamos ilusionados con los últimos partidos, el del Valladolid recordó un poco el Celta europeo. Nos gustaba Coudet pero también nos gusta mucho Carvalhal, con el cambio el equipo ha ganado”, manifiesta Domo.

"Es una manera de hacer comunidad fuera de casa. Nos une el celta y la morriña"

Andrés Domo . Nueva York

Sin abandonar el continente americano, tomamos rumbo al sur para visitar Caracas, donde está la Peña Celtista de Venezuela, fundada en 1995 por un emigrante estradense y presidida ahora por su hijo, José Antonio Pérez. Tras dos años de parón, el colectivo está retomando la actividad y el pasado 10 de febrero celebró un reencuentro en la sede de la Hermandad Gallega de Venezuela al que asistieron más de cien personas. “Somos más de 120, anteriormente eran entre 350 y 400, y estamos en vías de recuperarlos a todos, aunque por la pandemia y la situación de Venezuela mucha gente ha regresado a España o se ha ido a otros países”, comenta Pérez, quien pese a haber nacido en Venezuela, un país muy futbolero cuyo “deporte nacional” es el béisbol, se define como “fanático del Celta desde niño”, al igual que muchos de sus compañeros de peña, la mayoría descendientes de emigrantes de la provincia de Pontevedra. “También hubo una peña del Dépor, pero dejó de existir”, apunta.

Fiesta de reencuentro de los celtistas de Caracas en Febrero.

De todos los “celtas” que ha conocido, guarda especial recuerdo del que compitió en Europa con Mostovoi, Karpin, Cáceres, Caballero y Dutruel, según enumera. “Después vino el de Catanha y Makelele, hasta que llegó Iago Aspas, nuestro referente en los últimos años”, menciona el presidente de la peña en Venezuela. Sobre el presente, “llevamos una buena racha en los últimos partidos, con lo que creemos que el cierre de temporada va a ser bueno”. Para noviembre tienen previsto organizar una gran fiesta por el centenario del club a la que espera que acudan 400 personas.

Ya en el continente europeo, la ciudad suiza de Ginebra ostenta el orgullo de contar con la peña del Celta más joven. Contaba ya con una fundada hace diez años pero que dejó de funcionar durante la pandemia y hace tres meses un grupo de descendientes de emigrantes gallegos la reflotaron. “Estamos las cuatro provincias gallegas representadas en la peña; mis padres son de la provincia de Ourense, los del vicepresidente de la zona de Vilanova, en Pontevedra, los del tesorero, de Carballo, y luego tenemos de vocal al antiguo presidente, que es de Monforte”, explica Marcos Lorenzo.

Integrantes de la Peña Celtista de Ginebra.

De momento esta peña cuenta con una quincena de integrantes, cifra que irá creciendo a lo largo del año, aunque “más que alcanzar un número concreto, queremos consolidar la peña para siempre y que los socios se queden; vamos por buen camino”, indica su presidente. Han conseguido sede fija en la Irmandade Galega de Ginebra, cuya presidenta también es peñista. “El Celta es un club que siempre nos gustó y esta en nuestro corazón desde niños; últimamente vuelve a estar funcionando bien ­–con Coudet hubiera estado en descenso– y es placentero ver sus partidos, así que la gente se va enganchando más”, comenta Marcos Lorenzo, cuya profesión es manager deportivo y trabajó como contacto principal de la UEFA para los clubes a principios de siglo, lo cual le llevó a conocer de cerca a responsables del club que en esos años disputó la Intertoto, entre ellos Atilano, con el que conserva relación.

"Es un club que está en nuestro corazón desde niños"

Marcos Lorenzo . Ginebra

Quedar para ver los partidos en la Irmandade Galega es la principal actividad que realizan en la actualidad. Cuando el Celta jugaba en competiciones europeas, los peñistas suizos lo seguían por los estadios. “En 2017 fuimos siete u ocho personas de la peña de Ginebra al partido de semifinales de la Europa League en Manchester. Es el mejor recuerdo que guardo como aficionado, aunque cruel por cómo se desarrolló el final del partido: nos eliminaron en el último segundo”, recuerda Marcos Lorenzo. Como proyectos a corto plazo, la peña de Ginebra aprovechará el encuentro que disputarán en esa ciudad Suiza e Israel el 28 de marzo para entrevistarse con Haris Seferovic, jugador del Celta y de la selección helvética.

Integrantes de la Peña Celtista de Ginebra en Manchester.

El partido que disputó el Celta contra el Einctrachth Frankfurt en agosto de 2016 sirvió de encuentro para los celtistas residentes en Alemania. A partir de ahí acompañaron al equipo celeste en su temporada europea de 2017 por Lieja, Genk, Amsterdam y Manchester, además de estar presentes en los encuentros de pretemporada en Alemania. La peña Die Himmelblauen (Los Celestes), fundada oficialmente en 2021, integra a una treintena de celtistas que residen en diferentes ciudades teutonas. Su presidente, Ricardo Millán, es un ingeniero de telecomunicaciones vigués de O Berbés que lleva residiendo en Alemania desde 2011 y trabaja en la televisión pública alemana. Su mujer, teutona, y su hija, también son peñistas.

Integrantes de la peña Die Himmelblauen en la Ciudad Deportiva Afouteza.

"Fui socio de Gol, de pequeño iba con mi tío a Balaídos y mi primer recuerdo es ver a Cañizares calentando”, relata.

Al estar tan dispersos por Alemania, los aficionados encuentran conexión en la página web de la peña, la cuenta de Twitter Celtistas en Alemania, así como en las actividades que promueve la peña para crear comunidad, tales como sorteo de camisetas, porras, descuentos para partidos y obsequios como posavasos. “Son detalles para seguir con la semillita del Celta desde la distancia”, comenta Millán, quien tuvo la oportunidad de conocer la ciudad deportiva Afouteza el pasado verano junto a otros peñistas de Alemania. “Planeamos ir al partido contra el Cádiz. Los billetes de avión al sur de España y a Mallorca aquí son más baratos que ir de Vigo a Coruña por autopista”, explica.

 

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