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La verbena gallega se expande

Las grandes orquestas conquistan adeptos a ambos lados del Padornelo. Seguidores de Panorama, París de Noia y El Combo Dominicano nos cuentan cómo viven su pasión

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Público en actuación de una orquesta gallega.

16 de mayo de 2022, víspera del festivo de las Letras Galegas en el barrio ourensano de O Couto. Un torrente de personas invade las calles que dan acceso al lugar donde se celebra el concierto. La aglomeración causa empujones y hasta alguna amenaza de avalancha que obliga a la policía a intervenir cortando el paso para dispersar a la multitud y pidiendo colaboración para la evacuación a los artistas. Desde el escenario, donde 22 cantantes, bailarines e instrumentistas intervienen en el espectáculo (y trece trabajadores más de la orquesta faenan entre bambalinas), Lito Garrido, el director artístico de la orquesta Panorama, pide “sentidiño”, detiene la actuación y recomienda a los que intentan acceder que desistan.

 “La gran afluencia de público está siendo una tónica general en esta gira, pero no hasta el punto de lo que sucedió en Ourense”, explica Garrido por teléfono el pasado jueves, en un descanso de la orquesta entre sus actuaciones en Valladolid y Toledo. “Llevamos dos años sin tocar y en Galicia había ganas de verbena, además de que el concierto era en un lugar céntrico al que se podía acceder andando, el sitio era pequeño y al día siguiente era festivo”, explica.

La cultura de las verbenas existente en Galicia se está exportando al resto de España de la mano de grandes orquestas como la mencionada Panorama y París de Noia, cada vez más demandadas al sur de El Bierzo tras haber conquistado hace años Asturias, León y Cantabria. “La primera vez que los vi fue en Coímbres. Me impactó muchísimo, no había visto nada igual, ni siquiera en conciertos de grupos de rock o pop; estaba acostumbrado a orquestas de andar por casa y ni me imaginaba esos escenarios, ese sonido, esa iluminación, ese montaje, los cuatro trailers y dos furgones con los que llegaron... Y la calidad de los artistas, ya no solo como grupo, sino a nivel individual. Cada uno es buenísimo en lo suyo”, explica Alberto Zárraga, un bilbaíno de 49 años residente en Lareo que formó durante la pandemia el grupo de fans de Panorama en Cantabria y Bizkaia, que de momento, en los dos años de parón de conciertos, ha conseguido sumar unos 150 seguidores en Facebook y otros tantos en Instagram.

 Desde ese primer concierto, Zárraga acudió a todos los espectáculos de la orquesta gallega que su trabajo le permitió. Laredo, Herrera de Pisuerga, Asturias, Galicia, donde planeó en dos ocasiones sus vacaciones, fueron lugares a los que siguió a la orquesta acompañado de amigos y su familia. Recientemente se desplazó a Loiu (Bizkaia) con su hijo de nueve años - “es casi más fan que yo”- para reencontrarse con sus ídolos, a los que ya considera casi amigos. “Éramos quince mil personas en Loiu porque la gente ya los conoce por vídeos de internet y por redes sociales. Coincidí allí con unos chicos jóvenes que habían subido desde Aranda solo para ver el concierto. El apogeo que están teniendo es brutal”, comenta este aficionado, que toca la batería en una charanga. “Este verano, en cuanto pueda, me cojo cuatro días de vacaciones y me escapo a verlos donde estén, ya sea en Asturias o en Galicia”, comenta.

“En el resto de España están viviendo el fenómeno con las orquestas que en Galicia vivimos a partir del 94 o el 95, cuando las fiestas se estaban muriendo por falta de relevo generacional y apostamos por atraer a la juventud incluyendo un repertorio más moderno y hasta fundando un club de fans con carné de socio. Al principio muchas orquestas nos vacilaban con la idea y hasta nos daba un poco de vergüenza. Regalábamos un CD o una camiseta a cada socio hasta que la cosa se desbordó al llegar a tener entre diez mil y quince mil seguidores inscritos y no poder atenderlos a todos”, explica Lito Garrido, que lleva 29 años a sus espaldas en Panorama, donde además es cantante.

Para adaptarse a las preferencias de los más jóvenes hubo que desistir del repertorio de los más veteranos sin renunciar al público de mediana edad y así fueron desapareciendo de los espectáculos con canciones de artistas como Manolo Escobar, que eran sustituidas por temas más rockeros y poperos, al principio, regetoneros -más recientemente- y de estilo remember ahora. “Esos jóvenes que en los 90 se subían al escenario, ahora tienen más de cuarenta años y los de 60 quieren Queen”, apunta Lito.

Introducir atractivos añadidos al espectáculo fue uno de los ingredientes para enganchar al público de diferentes edades. Los números de equilibrio con cintas y aros se incorporaron al show hasta que “ya resultaron muy vistos” -apunta Mosquera- , así que ahora se busca interactuar con el público, meterlo en la fiesta animándolo desde el escenario, “mirándole a los ojos cuando le hablas y cambiando tu manera de expresarte por el micro”, indica Lito.

La manera en que los fans siguen a sus orquestas favoritas también ha ido cambiando en la última década. Antes era común que los adeptos alquilaran una furgocaravana durante una semana de vacaciones para realizar la gira tras sus artistas favoritos y, como si de hinchas de fútbol se tratara, quien confesaba su adhesión por el grupo del que era socio mantenía cierta rivalidad con los aficionados de otro. “Ahora no te siguen a todos lados, te apoyan desde redes sociales y no van solo a tus conciertos, sino que les gustan más orquestas”, explica Lito Garrido.

Juan Vallina, administrador del grupo de Facebook “Orquesta Panorama Fans Asturias” (1.363 miembros) ha vivido esa transformación. Una actuación en 2013 de la orquesta gallega en Llanera, el municipio cercano a Oviedo en el que reside, marcó el inicio de su relación con Panorama. “Entonces tenia dos críos, niña y niño, a los que les conocían como los niños del taburete porque les llevábamos a los conciertos con un taburete pequeñito para que pudieran ver el escenario”, recuerda.

El Combo Dominicano en Lalín.

De los nueve años que lleva siguiendo a la orquesta guarda un extenso álbum de fotos de las actuaciones a las que fue con su familia y amigos, sobre todo por Galicia, Asturias y León. “El año que dieron su primer concierto en Madrid, les seguimos durante cuatro días en su gira por Valencia de Don Juan, Salamanca y El Bierzo”, relata mientras repasa imágenes del grupo de fans identificados con camisetas y banderas de Asturias. Si podían, no se perdían ni una de las galas benéficas ni las que ofrecían durante las navidades para los más jóvenes de la familia.

Vallina, de 50 años, sigue compartiendo afición con sus hijos, ahora ya crecidos. El varón, con casi 20 años, ha decidido hacer profesión de su devoción, reparte pasiones entre Panorama y París de Noia y se forma como técnico de iluminación y sonido, además de haber iniciado durante el confinamiento en redes sociales el proyecto “La resistencia de las orquestas”. La hija, de 17 años, guarda como un tesoro un parche de la batería y baquetas de cada gira de Álex , integrante de Panorama al que adora.

Los componentes de la orquesta -los que están ahora y los que la han dejado y militan en otras formaciones- son para ellos amigos y mantienen relación. Destacan a su paisano Mario Álvarez, el cantante asturiano que ganó Operación Triunfo en 2009 y ahora es una de las voces de Panorama. “La cercanía con el público es espectacular, tanto cuando están sobre el escenario como cuando se bajan e interactúan con la gente después de cuatro horas de concierto. Me queda la boca pequeña para ponderar tanto el trato personal como su calidad profesional”, manifiesta Vallina, quien espera ansioso poder verlos en Gijón la noche del 23 de junio. Será el reencuentro con el público asturiano tras haber tenido que suspender por un fallo con un generador eléctrico su actuación en lalocalidad de Sebares. Solo una queja: “En Galicia y Asturias actúan muy tarde, salen a escena a la 1 de la mañana, no como en Madrid o Castilla, que empiezan a las 22:30 o 23 horas. Es porque aquí los contratan las comisiones de festejos, que hacen un esfuerzo económico, y quieren alargar la fiesta para que la gente consuma”. En otros lugares más al sur los contratan los ayuntamientos, de ahí que este año las actuaciones en el noroeste sean más escasas . Y es que “muchas comisiones no tuvieron tiempo de preparar las fiestas porque en febrero estábamos con la ola de Covid; este es un año de transición”, explica Lito.

La administradora del grupo de Facebook “Panorama 2022 Fans” (12.300 miembros) se enganchó a esa orquesta - “aunque también me gusta París de Noia, ojo”, advierte- cuando los vio por casualidad durante unas vacaciones en Galicia hace más de diez años . “Yo ya era verbenera, pero ni se me pasaba por la imaginación que iba a seguir a una orquesta como ahora”, dice. Desde ese primer contacto no ha dejado de seguirlos tanto en Asturias como en Galicia, donde planea sus vacaciones coincidiendo con varios días de conciertos a los que no falta. “No me canso, no paro de bailar, además no es el mismo espectáculo el que ves al principio de la gira que en el medio o al final, renuevan repertorio excepto las canciones que están más de moda”, comenta.

A sus 50 años, esta fan de Pravia también espera deseosa el concierto de la noche de San Juan en Gijón, aunque tenga que conducir durante más de una hora desde la localidad en la que vive y regresar “con los pies molidos”. En el grupo de Facebook que administra “al principio había sobre todo gente de Asturias, León y Galicia, pero ahora hay personas de todas partes que alucinan porque no conocían ese concepto de orquesta”, dice. “Lito consiguió volver a meter a la juventud a la verbena, no hay más que ver las filas delanteras de los conciertos”.

Uno de esos seguidores de menor edad es Rubén Barreiro, un estudiante de 20 años de Silleda (Pontevedra) que lleva la cuenta de Instagram “Fans París de Noia”, orquesta a la que lleva cinco años siguiendo. “Siempre trae algo nuevo y diferente a la verbena gallega y eso es lo que hizo que me enganchara. La primera vez que los vi me llamó mucho la atención el repertorio, principalmente la intro que tienen, siempre me sorprende”, relata. Este año ya ha ido a cinco conciertos de la formación y “los cinco fueron distintos”, asegura. “Lo comparo con la comida que te gusta, no dejas de comer algo que te gusta porque ya lo comiste”, explica. Creó la cuenta de Instagram y de Tik Tok dedicada a París de Noia en abril de 2020 para llegar a niños, adultos y adolescentes. De la formación recomienda todo su espectáculo, especialmente la performance que hacen de Tanxugueiras.

Mientras las orquestas gallegas triunfan más allá del Padornelo, otras foráneas conquistan al público del noroeste peninsular. Es el caso de El Combo Dominicano, formación con sede en Canarias que durante el verano traslada su lugar de trabajo a Galicia. Al frente del grupo de Facebook “Club de Fans El Combo Dominicano” (3.009 miembros) se encuentra desde hace diez años la gallega de Arteixo (A Coruña) Laura Abelleira. “Hubo años en que iba a casi todos los conciertos. Aún no he vuelto a verlos desde la pandemia, actúan el 1 de julio en mi aldea de Santa Comba y si puedo, iré”, comenta esta seguidora de 33 años. “Para mí son especiales, cada vez que los veo me da un subidón de alegría, incluso los días en que estoy mal pongo una de sus canciones y me libero”, relata. Juan Carlos Balbuena, uno de los cantantes, es su favorito. “Tengo unas gafas de sol que me dio al acabar una gira y las guardo como un tesoro”. De canciones recomienda “Darte un beso”, “Amor secreto” y “Por amarte”.

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