En la comarca de A Mariña Central, Vilanova de Lourenzá puede presumir de habas, de historia, de arte y de literatura. Todo esto –y más– tiene este villa lucense capital de la alubia más famosa de Galicia y cuna de hijos ilustres como Francisco Fernández del Riego, Julia Minguillón o el obispo Villarroel. De su nutrido patrimonio destaca en especial el monasterio de San Salvador, fundado en el siglo X por Osorio Gutiérrez, el conde santo a quien se atribuyen numerosos milagros.
El noble fue guerrero antes que monje y campeó en batallas que añadieron prestigio a su linaje. Su biografía –recogida por fray Mauro de Villarroel en el siglo XVII– narra que casó con Urraca Núñez y tuvieron tres hijos. La obra del padre Mauro probablemente sea una mezcla de verdad histórica con leyendas y tradiciones de transmisión oral, como en el pasaje que habla de su muerte:
“Al instante sonaron las campanas por sí solas y con un tañido alegre y a la hora de maitines se oyeron voces celestiales que entonaban salmos de júbilo”.
Su fama ha permanecido a través de los siglos, y las propias fiestas patronales del concello llevan el nombre del conde.
El monasterio de San Salvador compone –junto con la iglesia de Santa María– un imponente conjunto declarado monumento histórico-artístico desde 1974. El cenobio consta de la casa abacial y el templo, reformado por Fernando Casas y Novoa en 1732. El trabajo le sirvió a este maestro arquitecto de la catedral de Santiago como ensayo para la fachada del Obradoiro.
La iglesia consta de tres naves con planta de cruz latina y cúpula sobre pechinas. Además de numerosos valores arquitectónicos y artísticos, tiene dos capillas de interés, la de Nuestra Señora de Valvanera y la de Valdeflores, en la que se encuentra el sarcófago del conde santo. Rodeado de mitos, dicen que fue comprado por Osorio Gutiérrez en Tierra Santa a los mismos artesanos que lo estaban labrando. Otras versiones cuentan que llegó a Galicia por mar flotando milagrosamente sobre las olas y apareció en la costa de Foz, donde lo recogieron.
El sepulcro paleocristiano es una pieza única de mármol –de datación incierta, hay quien lo sitúa en el siglo V o VI–, con decoración en “eses” y un crismón central. En su parte inferior tiene un orificio por el que los fieles introducían el dedo hasta tocar el arca de madera del interior, momento en el que imploraban favores al conde.
Notorio es también el Museo de Arte Sacro del convento. En él se exponen pinturas, esculturas, libros, orfebrería y numerosos objetos procedentes del cenobio, como indumentaria religiosa o muebles.
Qué ver: a cazolga-Paisajes del Masma
En A Cazolga se encuentra un antiguo puente de sillería del siglo XVII sobre el río Masma y ligado en su construcción a los monjes del monasterio. Está ubicado en un hermoso entorno natural de bosque autóctono, con área recreativa.
Visita obligada: centro de interpretación-En el país de las habas
En el Centro de Interpretación da Faba de Lourenzá uno de sus espacios más impactantes es la sala túnel, que sirvió a los monjes de pasadizo. Bajo una plataforma de vidrio, pueden verse diferentes aperos del cultivo del haba.
Gastronomía: reina haba-Platos con fundamento
La Faba de Lourenzá cuenta con fiesta propia y denominación de origen. Con esta leguminosa se preparan desde cocidos a fabadas, pasando por empanadas, tartas o bizcochos. La repostería también tiene fama en el concello.
