La alcaldesa y candidata de Barcelona en Comú (BComú) a la reelección, Ada Colau, camina hacia la sesión de investidura sin haber cerrado ningún acuerdo que le garantice los apoyos necesarios (salvo los de los tres ediles de Manuel Valls). Ayer advirtió que no piensa ser "el trofeo de un bando contra el otro" y reiteró sus críticas a "los vetos" que se cruzan Ernest Maragall (ERC) y Jaume Collboni (PSC). Pero el cabeza de cartel socialista insistió en sus advertencias: "no tendría sentido" investir a una alcaldesa que no se haya comprometido a gobernar con ellos.

Colau defiende el "paso hacia delante" que ha decidido dar, "con firmeza y alegría", al presentarse a la investidura y niega que esté participando en operaciones "extrañas" para impedir que Maragall, que le ganó las elecciones por 4.000 votos, sea el nuevo regidor de la ciudad. BComú, aseguró, "ni negocia ni pacta" con el ex primer ministro francés, que anunció tras las elecciones que sus seis ediles apoyarían "sin condiciones" a Colau.

Para repetir, Colau debe recibir el voto de 21 concejales en el pleno del próximo sábado. Una cifra que reúnen los tres independientes de la lista de Valls, los 8 del PSC y los 10 de BComú. Los tres ediles de Cs no apoyarán a Colau pese a haber concurrido a las urnas en la candidatura del ex "premier" francés. Con todo y con eso, Cs no ve "riesgo de ruptura" en el grupo municipal.

Colau descarta retirarse y asume "los riesgos" de presentarse ante el pleno sin haber cerrado antes un acuerdo que sume los 21 votos. Pero el PSC ha avisado en los últimos días de que solo apoyará su investidura si antes del día 15 las dos formaciones logran cerrar un acuerdo programático. Y ayer Collboni repitió el argumento, añadiendo que además sería una "irresponsabilidad" presentarse a la investidura sin tener los apoyos necesarios.

Entre tanto, el candidato de Cs a la presidencia de Castilla y León, Francisco Igea, anunció que comenzará a negociar con el PSOE si el PP no acepta la propuesta de regeneración sobre limitaciones de mandatos de altos cargos en el Gobierno regional, ayuntamientos de más de 20.000 habitantes y diputaciones.

Para Igea, esta limitación "es esencial para conseguir dos objetivos irrenunciables en nuestra política de regeneración: romper las redes clientelares que se generan durante prolongados periodos de poder, y evitar que el objetivo en política sea antes la permanencia que la realización de políticas novedosas en beneficio de la ciudadanía".

La ausencia de una respuesta a este requerimiento, que trascendió esta semana a través de una entrevista con "Efe", "hace que se generen serias dudas sobre la voluntad real del PP para admitir el cambio y la regeneración que las urnas han solicitado".

En Madrid, el PP y Vox se volvieron a reunir ayer para analizar los contenidos programáticos de ambas formaciones y lograr puntos de consenso, y avanzar en las negociaciones con el objetivo de alcanzar un acuerdo de gobierno en la comunidad.

Y sobre Navarra, el portavoz del PNV en el Parlamento Vasco, Joseba Egibar, advirtió que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sabe que Navarra "va a ser determinante" para la posición del PNV en su intento de investidura.