El juicio contra el proceso soberanista catalán atravesó ayer una lenta y tediosa jornada, la número 47, centrada en una retahíla de enumeraciones de documentos sobre la causa. Las defensas intentaron aprovechar un error de la Fiscalía, que dejó sin enumerar una parte de las pruebas que piensa presentar en esta fase documental.
La previsión era que comenzase el visionado de los vídeos, muy reclamados por las defensas para echar por tierra el relato de violencia de las fuerzas de orden público y pospuestos hasta esta fase documental por el juez Marchena, en medio de reiteradas protestas. El presidente del tribunal dejó claro que ayer tampoco iban a verse los vídeos, con lo que la sesión entró en un terreno denso y técnico, con la exposición tediosa de la relación de documentos que cada una de las partes quiere aportar.
La Fiscalía enumeró solo una parte de los documentos, lo que dio pie a interpretar que renunciaba al resto, una confusión que hoy deberá aclarar el tribunal.
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En paralelo al juicio, Junts per Catalunya recurrió ayer ante la Mesa del Congreso la suspensión de los diputados Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull. La formación independentista considera que el órgano de gobierno de la Cámara vulneró cuatro artículos de la Constitución al decidir suspender en sus funciones a sus representantes.
La elección de Oriol Junqueras como europarlamentario provoca dudas jurídicas ante su previsible suspensión, al estar por determinar si puede aplicarse el mismo criterio que llevó a sus suspensión como miembros del Congreso.
