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Albert Rivera: "Cada día que pasa Pedro Sánchez en la Moncloa es un minuto perdido para España"

"Susana Díaz quería que se rompiera el pacto con Cs para justificar el adelanto electoral; la espada de Damocles del PSOE se llama sentencia de los ERE"

Rivera atiende las indicaciones del fotógrafo antes de la entrevista. // G.Torres

- ¿Cómo justifica la ruptura del acuerdo con Susana Díaz cuando apenas quedan seis meses para que acabe la legislatura?

- Esa pregunta se la hay que hacer a Susana Díaz, que es la que incumple el acuerdo. A nosotros nos hubiera gustado llegar hasta el último minuto. Pero en la reunión que mantuvo nuestro portavoz en el Parlamento de Andalucía, Juan Marín, con el PSOE, le dijeron literalmente que se olvidara, que la parte de la regeneración no la iban a cumplir. Yo he llegado a la conclusión de que Susana Díaz quería que se rompiera el pacto para justificar el adelanto por los ERE. Está más preocupada de la agenda judicial que de lo que necesitan los andaluces.

- ¿Lo que busca en realidad su partido con la ruptura del acuerdo es marcar distancias con el PSOE, ahora que se están empezando a desempolvar las urnas? Un buen resultado en Andalucía serviría también para reforzar su imagen nacional.

- No. A mí lo que me hubiera gustado es que Susana Díaz nos hubiera dicho que sí a suprimir los aforamientos, sí a la reforma de la ley electoral y al control del fraude en Andalucía. Pero nos dijo no. Al PSOE le da alergia suprimir sus privilegios.

- El PSOE no ha pasado jamás por la oposición en cuatro décadas. ¿Andalucía necesita una alternancia en el poder?

- Sin duda. El PSOE ha confundido a Andalucía con el propio Partido Socialista. Cs está en condiciones de ganar. Estamos por encima del PP y compitiendo ya con el PSOE. Vamos a ir a ganarles. No queda ninguna comunidad en España en la que no haya habido una alternancia política. ¿Por qué no la va a haber en Andalucía? Lo que pasa es que es mucho mejor que esa alternancia venga desde el centro. De un partido limpio y sin mochilas, no de un partido como el PP, eternizado en la oposición.

- ¿La necesidad de una alternancia, como usted reclama, descarta la revalidación del pacto con Díaz en un futuro?

- Ahora tenemos expectativas de superar al PP y poder competir con el PSOE, y eso cambia las tornas. Habrá que preguntarle a los demás que qué van a hacer. Nosotros saldremos a ganar y luego a respetar el resultado electoral. Eso sí, somos los únicos que podemos decir que nunca vamos a pactar con los populistas.

- ¿Susana Díaz debe convocar elecciones cuanto antes, dada la debilidad parlamentaria a la que se ve abocada ahora?

- Eso solo lo puede decidir ella. Pero si ella ha incumplido el acuerdo deliberadamente, tendrá ya sus cábalas electorales. Es una persona que sabe manejar las agendas judiciales y, también, las electorales. La espada de Damocles que pende encima del PSOE se llama sentencia de los ERE.

- Pongamos el prisma en la política nacional. Sánchez ha cumplido sus primeros 100 días. ¿Qué valoración hace?

- Estamos en los minutos de descuento de la legislatura. Sánchez tendría que pitar ya y decir que se acabó. No tiene sentido agonizar una legislatura para estar unos días más en la Moncloa. Sánchez mintió a los españoles cuando dijo que iba a convocar elecciones inmediatamente. Uno no puede llegar a la Moncloa por la puerta de atrás, sin pasar por las urnas, de la mano de los separatistas y populistas, y pretender quedarse. Cada día que pasa, es un minuto perdido para España.

- ¿Cree que el actual Gobierno podrá aprobar sus cuentas para el año que viene?

- El problema no es que lo pueda hacer o no. El problema es a costa de qué. Si Sánchez fuera a bajar los impuestos y fuera hacer una política de ayuda a la clase media, y tuviera de aliados a gente moderada, en vez de a gente radical. Si tuviera escaños suficientes, pues mira. Pero eso es ficción. Quien tiene la batuta es Torra, el que la está liando en Cataluña.

- Valore la reunión y las medidas que han pactado Sánchez y Pablo Iglesias en su reunión del pasado jueves.

- Los vi comportándose como si tuvieran 176 escaños. Con un cajón de sastre que mezcla temas económicos con cosas en las que puedo estar de acuerdo, pero que no tienen nada que ver una con la otra. A mí me parece muy bien que le quiten las medallas a Billy El Niño. Nosotros vamos a votar a favor. ¿Pero qué tiene que ver eso con la desaceleración económica o con el paro? Todo el camino que hemos recorrido, que ha sido muy difícil para muchas familias españolas, no conviene deshacerlo ahora. Gastar más de lo que tienes, ya sabemos como acaba: con recortes y más impuestos.

- Hoy se celebra la Diada. ¿La situación política está igual, mejor o peor que hace un año?

- Estamos en el Día de la Marmota. Puigdemont amenazó con no cumplir sentencias judiciales. Torra amenaza con no cumplir sentencias judiciales. Puigdemont dijo que iba a tirar para adelante, pasara lo que pasara. Torra dice que va a llegar tan lejos como Puigdemont. Por otra lado, nos dicen que no pasa nada en Cataluña pero envían antidisturbios. Veo lo mismo en 2018 que ya veía en 2017. Han vuelto a abrir las embajadas para hacer propaganda. La situación se repite, pero con un agravante. No podemos decir que no sabemos lo que pasa, que ya nos han dado un golpe de Estado.

-¿ Cómo percibe la polémica sobre el uso político del espacio público en Cataluña?

- El espacio público está más ocupado que nunca. Es verdad que con el PP ya estaban los lazos amarillos y las esteladas, eso hay que decirlo. Pero la gente está ya muy cansada de la ocupación del espacio público y del señalamiento.

- ¿Qué opina del ofrecimiento que le ha hecho Ana Pastor a Quim Torra para que explique su proyecto de independencia en el Congreso?

- Habría que preguntarse para qué. Yo no lo sé. Le ha ofrecido venir al Congreso a un hombre que quiere liquidar el Estado. Pero el PP y PSOE ya invitaron a Puigdemont en el pasado. No entiendo este planteamiento.

- Inés Arrimadas encabeza el partido más votado en Cataluña. ¿Existe una interlocución entre ella y Quim Torra?

- No existe interlocución porque Torra tiene el Parlamento cerrado. Hay que situarse. El Parlamento no se abre, no hay sesiones de control. En todo el año, solo se han celebrado dos sesiones de control. En el último año, ninguna ley ha salido del Parlamento catalán desde que dieron el golpe. Torra, en vez de ir al Parlamento, se va a dar un "speech" al teatro. Desprecia a las instituciones y desprecia a los que han ganado las elecciones en Cataluña. Tiene cerrado el Parlamento porque le teme a Inés Arrimadas y a la oposición. Le teme a que le preguntemos por los Mossos de Escuadra, por TV3, por la Educación.

- ¿Considera que una salida de la cárcel de los políticos del soberanismo contribuiría a rebajar la tensión en Cataluña?

- Es que cuando un señor comete un delito, eso lo juzgan los jueces. Y espero que siempre sea así. No puede depender de los políticos el decidir quién sale y quién no de las cárceles. Ese tipo de especulaciones no hacen justicia a los ciudadanos, que sí cumplen la ley. Eso hay que decirlo claramente. Ese mensaje es demoledor para la democracia. Cuando un señor como Puigdemont luce cinco sentencias del Tribunal Supremo en su despacho y dice que no las va a cumplir, ¿cómo te puedes sorprender luego de que te imputen? A quien comete irresponsabilidades a sabiendas y ocupa un cargo público, hay juzgarle y que se imparta justicia. Digo justicia. Si es culpable, culpable. Si no lo es, pues no lo es.

- ¿Habrá elecciones en Cataluña antes de que acabe el año?

- Torra ha dicho que no. Pero tampoco me fiaría mucho de lo que diga Torra. La situación en el Parlamento catalán es una anomalía en su conjunto. El problema de Cataluña no es si va a haber elecciones o no, es saber si los gobernantes van a respetar las leyes. Estos señores no quieren respetar las sentencias judiciales, las trituran. El conseller Ernest Maragall habló de la posibilidad de abrir las cárceles. Una democracia en la que se abren las cárceles. ¿Pero esto qué es? ¿Pablo Escobar? En las cárceles hay gente que está ahí porque lo ha decidido un juez. Lo peor es que esto sucede sin recibir contestación. Ojalá todo lo que digo fuera exagerado. Pero no lo es.

- Casi a diario siguen llegando pateras. ¿Qué política defiende en materia de inmigración?

- Es difícil abordar un fenómeno tan complejo en pocas frases. Estamos a favor de la inmigración regulada, que es necesaria para pagar las pensiones y para que haya trabajo en este país. Luego, inmigración ilegal, mafias, gente asaltando la valla, estamos en contra porque es un problema y tenemos que hacer cumplir la ley. Apoyo total a la Guardia Civil y a la Policía. Necesitan instrumentos para parar a este tipo de mafias que están tratando con personas y violando derechos humanos. En tercer lugar, asilo y refugio: es un derecho. No es lo mismo una persona que viene con una radial y tira cal a los ojos de los agentes, que alguien que viene de Venezuela o Siria a pedir asilo. ¿Cuál es el problema con Sánchez? Que ha roto un consenso que existía más o menos. No podemos meter en el mismo saco a la persona que pide un permiso de trabajo y que intenta ir por los cauces locales. Mi abuelo, que era de Cútar, de Málaga, pues se fue a trabajar a Francia y después a Alemania. Pero se fue a trabajar con un permiso. Los españoles hemos sido emigrantes. La inmigración regular es necesaria, pero no la que estamos viendo en Ceuta.

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