El sacerdote español Miguel Pajares, afectado por el virus del ébola, presenta una "situación clínica estable", según el primer informe médico facilitado tras su llegada al Hospital Carlos III de Madrid, mientras que la religiosa Juliana Bohi, que no está contagiada, se encuentra en "muy buen estado general".

Pajares, el primer español contagiado de ébola, y la misionera Juliana Bohi, que aterrizaron en la base de Torrejón de Ardoz esta mañana, han llegado a las 9.30 horas al hospital Carlos III, donde han sido ingresados para recibir tratamiento.

Pajares, que ha llegado al centro hospitalario "un poco desorientado", está estable y febril, respira espontáneamente y no tiene hemorragias, uno de los principales riesgos de contagio, según el informe sanitario facilitado hoy por la Consejería de Sanidad de Madrid en rueda de prensa.

Pajares se mantiene "estable" y sin hemorragias mientras que la monja Juliana Bohi presenta "buen estado de salud" aunque presenta signos de fiebre tifoideas, ha informado este jueves el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, tras la primera evaluación realizada a los pacientes.

Ambos religiosos han llegado en "buenas condiciones" aunque un "poco desorientados" al Hospital Carlos III, donde se han tomado todas las medidas para garantizar su tratamiento y aislamiento, de cara a evitar cualquier riesgo de contaminación.

También ha aseverado que se tomó la decisión de ingresar a ambos en el Hospital Carlos III siguiendo la recomendación del Comité de Alarma de La Paz, pese a contar con una unidad con medios de aislamiento como el Carlos III, dado que era mejor reducir cualquier riesgo de "alarma social" en un centro como La Paz con "mucho tránsito" de pacientes y cerca de 1.000 ingresos.

Así, serán dos facultativos, cuatro enfermeros y dos auxiliares de enfermería por turno, que se ajustarán al protocolo de atención dado que accederán con equipo de aislamiento a las dos habitaciones con presión negativa, a la que sólo se puede acceder mediante una esclusa, tal y como ha detallado el jefe de Medicina Intensiva de la Paz, Aberlado García de Lorenzo.

En el caso de Bohi, Santamaría y Rodríguez han precisado que será sometida a una nueva analítica para confirmar si tiene el ébola (ya tiene una analítica negativa realizada en Liberia) puesto que sí presenta un cuadro de fiebre tifoidea. De momento, se la trata como caso sospechoso de ébola.

Por otra parte, el jefe de Medicina Intensiva de La Paz ha remarcado que se aportará a un tratamiento de soporte (compensar las pérdidas de alimentación o líquido del paciente) y que, de momento, la evolución es buena puesto que no presenta hemorragias en el caso de Pajares, que presenta ciertos riesgos de morbilidad por su edad. Además, ha indicado que el periodo de incubación del virus comprende un periodo de incubación de 21 días.

En el caso del traslado en ambulancia del aeropuerto al Carlos III, el consejero de Sanidad ha explicado que se ha realizado con todas las medidas de seguridad y ha estado asistido por el propio gerente del SUMMA, Pedro Martínez Tenorio, para remarcar que este virus no tiene ningún riesgo de contagio si se toman las medidas que evitan contacto directo.

Tenorio ha detallado que se han empleado dos vehículos nuevos que estaban en situación de retenes, es decir, que no prestan actividad ordinaria. Así, se les ha trasladado en cápsulas de aislamiento y el vehículo presentaba separación completa entre la sección de asistencia médica y la cabina de conductores. El equipo de traslado estaba formado por un médico, una enfermera y dos técnicos.

En este sentido, el gerente del SUMMA ha aseverado también que se han desplegado medidas "un poco de película" como el corte de tráfico, actuación que simplemente se ha desarrollado para "garantizar al mil por cien" que no había el riesgo de accidente.

Tanto el consejero como el resto de responsables de la Consejería que han participado en la rueda de prensa han aseverado que se cuentan con todas las medidas para evitar que "ningún fluido" está en contacto directo con los profesionales que lo atienden. De hecho, ha señalado que el religioso está con una sonda para evitar que la orina entre en contacto con cualquier profesional que le atiende.

El director general ha dicho que "lo lógico" era utilizar las instalaciones del Carlos III por las medidas de aislamiento que disponen, añadiendo que se ha trasladado a 31 enfermos que estaban en este centro a La Paz para evitar nerviosismo sobre todo en sus familiares, pacientes que con el tiempo regresarán al Carlos III.

Dos ambulancias equipadas con medios de aislamiento biológicos han trasladado a los dos pacientes desde Torrejón hasta el hospital, en el que han entrado por una puerta diferente a la habitual, mientras un helicóptero de la Policía Nacional sobrevolaba la zona.

Las ambulancias del SUMMA (servicios de emergencias médicas de Madrid), cuyos conductores iban protegidos con mascarillas, iban escoltadas por varios coches y motos de la Policía Nacional conformando una larga comitiva.

La entrada al hospital se ha producido por la puerta por la que se accede a los institutos de Investigación Cardiovascular y Oncológicos, lo que ha cogido desprevenidos al más de medio centenar de periodistas que, desde primera hora de la madrugada, hacían guardia en la entrada principal.

Cerca de una docena de pacientes a los que no se les había anulado la cita han acudido a hacerse análisis clínicos y, tras ser informados de la situación, han abandonado el hospital.

El sacerdote ha sido internado en el edificio del Carlos III donde se ha habilitado la sexta planta y, en concreto, tres habitaciones individuales de aislamiento con esclusas con presión negativa, aunque esta presión no es necesaria para casos de ébola, según la consejería de Sanidad de la comunidad de Madrid.

El personal del hospital y los equipos de protección personal están listos desde ayer para su uso. Los treinta pacientes que se encontraban hasta ahora en las instalaciones de La Paz-Carlos III fueron trasladados ayer al edificio del hospital de La Paz con el mismo personal que les atendía.

En el hospital Carlos III están activados los protocolos marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que garantizan un riesgo mínimo para la atención a los pacientes con este tipo de enfermedades infecciosas.

El Airbus A310, equipado con todas las medidas médicas y de seguridad para evitar contagios a la tripulación y el personal médico que viaja en él, despegó a las 2.30 horas desde el aeropuerto de Monrovia, a donde había llegado sobre las 18.30 horas de ayer desde Madrid.

El Airbus tenía previsto una escala de una hora y media pero hubo de retrasarse porque el misionero y la monja no se encontraban en el aeropuerto y hubo que ir a buscarlos al hospital San José de Monrovia, según explicaron a Efe fuentes de Defensa.

Además, se perdió mucho tiempo en buscar un transporte adecuado para su traslado hasta el aeropuerto en condiciones adecuadas para el enfermo.

Miguel Pajares, toledano y de 75 años, permaneció aislado desde el pasado viernes en el hospital San José de Monrovia, en Liberia, junto con otras cinco personas, después de la muerte de su director, el hermano Patrick Nshamdzea, a quien el religioso español cuidó.

El enfermo ya había declarado a Efe, antes de conocer que estaba infectado, su deseo de ser trasladado a España para recibir una atención sanitaria adecuada.

"Me gustaría (ir a España) porque tenemos muy mala experiencia con lo que ha sucedido aquí. Aquí estamos abandonados y no nos satisfacen. Queremos ir a España y que nos traten como a personas, como Dios manda", comentó entonces el religioso.