El inspector jefe de la Policía Municipal de Madrid, Emilio Monteagudo, ha descargado la responsabilidad del operativo policial para la fiesta de Halloween del Madrid Arena del pasado 1 de noviembre en la jefa de la Unidad de Moncloa-Aravaca, Cándida Jiménez.

De esta forma lo han expresado los abogados de dos de las víctimas durante un receso de la declaración de Emilio Monteagudo como imputado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo López-Palop, que investiga la muerte de cinco jóvenes en el Madrid Arena.

Felipe Moreno, el abogado de la familia de Rocío Oña, una de las víctimas de la tragedia, ha explicado que el jefe de la Policía Municipal ha echado "balones fuera" y ha asegurado que el operativo para la fiesta del Madrid Arena lo tenía que diseñar la jefa de la Unidad de Moncloa-Aravaca, Cándida Jiménez.

Por ello, las acusaciones particulares han anunciado que pedirán la comparecencia de Jiménez en calidad de testigo para que aporte su versión de los hechos.

Durante su declaración judicial, que se ha prolongado durante casi cinco horas, Monteagudo ha sostenido que hubo una dotación de dieciocho agentes la noche de los hechos, mientras que las acusaciones particulares han apuntado que tan solo hubo doce policías, de acuerdo con la documentación que figura en las actuaciones.

El responsable de la Policía Local de Madrid ha indicado que antes de la fiesta hubo una orden verbal para cambiar de medio a alto el nivel de riesgo del evento, ante lo que Abdón Núñez, el abogado de la familia de Belén Langdon, otra de las víctimas, ha asegurado que no se lo cree.

Monteagudo ha asumido la responsabilidad de dar las instrucciones para que el servicio se hiciera "correcta y debidamente", si bien ha aclarado que las "decisiones concretas" sobre la ubicación de los agentes no fueron suyas porque él no estaba en el dispositivo, ha aseverado su representante legal, Salvador Díaz.

Respecto a los tres "botellones" que había en el entorno del Madrid Arena, Monteagudo ha precisado la oficial al frente del dispositivo prefirió dar cumplimiento a las "misiones principales o prioritarias" en lugar de a las misiones "secundarias", ha manifestado Díaz.

El jefe de la Policía Municipal ha atribuido la decisión de no intervenir en los "botellones" a la responsable del operativo policial, aunque ha recordado que la ley "antibotellón" protege tres situaciones: el descanso de los ciudadanos, los ruidos y la salud.

Díaz ha manifestado que "unos cuantos jóvenes" en un "botellón" en el Lago, que no molestan a nadie, no perturban el sueño de nadie y no hacen ruido que perjudique a nadie, están controlados y no generan problemas de orden público ni en el recinto de la Casa de Campo ni en el resto de Madrid.

Por su parte, el abogado de la familia de Belén Langdon ha señalado que Monteagudo no ha sabido aclarar el "galimatías" de fechas que hay en los documentos que constan en las actuaciones relacionados con el cambio de nivel de riesgo del evento.

"Hay tantas incorrecciones e irregularidades en esto que creemos que no hubo un cambio de nivel de riesgo, que no hubo ningún tipo de previsión y que hubo una clarísima falta de diligencia por parte del Ayuntamiento de Madrid y de la Policía Municipal en este evento", ha recalcado Núñez.