Rosa María Payá, hija del fallecido disidente cubano Oswaldo Payá, aseguró ayer que la muerte de su padre "no fue un accidente" de tráfico y que Ángel Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del PP de Madrid, le confirmó que "un vehículo les embistió por detrás intencionadamente".

Junto a su tío, Carlos Payá, y Regis Iglesias Ramírez, miembro del Movimiento Cristiano de Liberación, Rosa María Payá contó que tuvo la oportunidad de "hablar con Ángel Carromero personalmente" el pasado 16 de febrero, y que le confirmó "datos que ya sabía previamente sobre el supuesto accidente", y que "un vehículo les embistió por detrás y que les sacaron de la carretera".

Según Rosa María, la embestida sacó de la carretera al coche en el que viajaba su padre junto al disidente cubano Harold Cepero, también fallecido, el sueco Jens Aron Modig, presidente de la Liga Juvenil Cristianodemócrata, y Ángel Carromero, al volante.

Rosa María añade que "los dos extranjeros fueron sacados inmediatamente del vehículo", mientras que a su padre "no lo atendieron sino cuando ya estaba muerto". "El trato que se le dio a Ángel en Cuba fue indignante, lo cual no fue una sorpresa para nosotros. Sí es sorprendente el que se le ha dado en España, cuando hemos dicho que es inocente y se le trata como a un condenado", dijo.

El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, afirmó ayer en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso que Cuba pidió modificar la posición común de la UE a cambio de dejar a Carromero salir de la isla, a lo que España se negó.

El ministro compareció para explicar las gestiones realizadas por su departamento para lograr que Carromero regresara. Indicó sin embargo que España tuvo que reconocer en su acuerdo con el Gobierno cubano "el debido proceso judicial llevado a cabo" en Cuba y la "legitimidad de la sentencia dictada".