La crisis y el caso Gürtel. Los dos asuntos que han puesto en la diana a PP y PSOE en los últimos meses siguen enfrentando al Gobierno y al principal partido de la oposición. El vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, resucitó la trama de corrupción que salpica al PP cargando contra su líder.

Durante su intervención en la clausura del VI Congreso del PSE, el líder socialista advirtió de que a Mariano Rajoy no le importa la crisis que afecta a los españoles, "la única crisis que le preocupa de verdad es la de su partido", y "sólo le preocupan sus ciudadanos Camps, Bácernas y El Bigotes".

Ante las continuas críticas del PP a la política económica del Gobierno, Blanco defendió las medidas adoptadas por el Ejecutivo para afrontar la crisis, como la subida "moderada" de impuestos.

"No nos podíamos permitir una fractura social por no haber sido valientes", aseguró antes de calificar de "hipocresía" la actitud de la oposición de pedir recortes de gastos a la vez que reclama mayores inversiones. En este sentido, invitó a Rajoy a que diga "qué gasto recortaría, qué desempleo dejaría de pagar y qué trenes de alta velocidad dejaría de construir".

Como ministro de Fomento señaló que en 2010 el Ministerio va a seguir manteniendo la inversión para posibilitar que la construcción del trazado de alta velocidad ferroviaria en Euskadi "vaya a más velocidad, pese a los desafíos" de la amenaza terrorista.

Blanco dedicó las primeras palabras de su discurso ante los delegados del PSE a recordar a las últimas víctimas del terrorismo Eduardo Puelles, Diego Salva y Carlos Sáez y expresó convicción de que los terroristas acabarán en la cárcel, "su único destino posible".

El dirigente socialista señaló que los terroristas "podrán hacer daño todavía", pero aseguró que cada vez "falta menos" para que acabe "esta pesadilla". Según dijo, las víctimas permanecerán en el recuerdo, pero los terroristas, a quienes tildó de "miserables", irán "al sumidero de la historia".

Blanco mostró su apoyo y gratitud al Gobierno vasco dirigido por Patxi López y dijo que "la impunidad en la que vivían los violentos y quienes les apoyan se ha acabado para siempre en Euskadi".

Sobre la actuación del Gobierno de Zapatero, aseguró: "No nos vamos a desviar ni un ápice del camino" trazado para lograr un país con "más bienestar, igualdad y más derechos para todos". Se trata, según aseguró, de resolver los problemas de los ciudadanos sin renunciar a las esencias del socialismo, ya que "lo contrario sería encasquillarse en torres de cristal, en atalayas de beneficios económicos, en apriorismos ideológicos como los de la derecha de este país". El objetivo --añadió-- es lograr salir de la crisis "todos juntos" y que "nadie quede tirado en la cuneta".