Suma en eficiencia energética con el “matrimonio perfecto”

Ahorrar en el hogar y ahorrárselo al planeta. Es el objetivo que cada vez más familias persiguen en un contexto de encarecimiento de los precios de la energía y mayor concienciación sobre la necesidad de proteger al medio ambiente.

Una situación en la que los sistemas de climatización elegidos están llamados a jugar un papel clave y es que: ¿sabíais que calefacción y sistemas de aire acondicionado se sitúan en el foco de las emisiones de CO2 en España y Europa?

Frente a esta situación, el cambio a mejor es más que posible, “es un hecho” y así lo tienen claro en la empresa pontevedresa Indele, referente en climatización y especializada en instalación y conservación de bombas de calor.

Con años de experiencia en el sector, hoy van a explicarnos por qué combinar el uso de bombas de calor con autoconsumo fotovoltaico cotiza cada vez más al alza como el sistema favorito de los hogares españoles a la hora de ganar en la factura al tiempo que logran reducir sus emisiones.

Cómo funcionan las bombas de calor

Ya conocemos algunas de sus ventajas, pero: ¿qué es exactamente la bomba de calor y cómo funciona? “Se trata de una máquina capaz de trasladar energía térmica de un medio a otro”, explican desde Indele, donde ejemplifican para que lo entendamos mejor: “La nevera que tenemos en nuestras casas traslada energía calorífica de su interior hacia su parte externa y, de este modo, la temperatura de los alimentos desciende”.

Así, del mismo modo y como sistema de refrigeración de espacios, la bomba de calor captura calor del interior de los edificios y lo lleva al ambiente exterior; como sistema de calentamiento: lleva a cabo la operación inversa.

“Lo que hace es capturar el calor del aire exterior (aerotermia) o de la tierra (geotérmica) y llevarlo al interior de la vivienda”, concretan desde Indele sobre un sistema que, “al no tener que realizar combustión, en teoría no emite C02”.