"Conocer tu situación te da perspectiva: los números hablan y, si los ves plasmados cantan"

Hoy es el día de la Educación Financiera. Hablamos con Victoria Iglesias sobre lo importante de tener conocimientos financieros para poder disfrutar de un buen futuro

Victoria Iglesias, abogada en Cangas.

Victoria Iglesias, abogada en Cangas. / Cedida

Hoy 2 de octubre, se celebra el Día de la Educación Financiera, una fecha con la que se pretende concienciar a la población en favor de “aprender a planificar nuestros gastos y tomar las riendas para lograr nuestros objetivos vitales”.

Hablamos con Victoria Iglesias, abogada y educadora financiera en Cangas, que forma parte de la AEPF (Asociación de Educadores y Planificadores Financieros) y trabaja para que cualquier ciudadano sea capaz de tomar decisiones en función de sus objetivos para el futuro:

Como profesional ¿cómo definirías la educación financiera?

Es educación en el sentido de “un proceso de aprendizaje que lleva a un resultado de cambio de hábitos”. Es decir, adquirir conocimientos y habilidades para mejorar la calidad de vida en el presente y en el futuro, desde el punto de vista económico y financiero. Actualmente se habla mucho de educación financiera, cultura y salud financieras, etc. pero no se plantean soluciones reales y, en no pocas ocasiones, me atrevería a decir que lo que se aconseja no tiene base científica ni ha sido contrastado.

El servicio de educación financiera de calidad se ofrece a través de educadores financieros certificados y habilitados por la Asociación de Educadores y Planificadores Financieros (la AEPF), que han sido formados y equipados con herramientas informáticas para el desarrollo de proyectos personales de acuerdo con los requisitos de calidad de la norma técnica.

La educación financiera som los conocimientos, habilidades y destrezas necesarias para mejorar hábitos y tomar decisiones de ahorro

Así, el servicio consiste en aportar a la persona o familia los conocimientos, habilidades y destrezas necesarias para mejorar sus hábitos para tomar sus propias decisiones de ahorro, de estrategia de inversión sostenible, etc, que le ayuden a entender cuánto gastar, ahorrar e invertir o cómo protegerse de acontecimientos imprevistos a través de la protección, o cómo asegurar la renta en su jubilación. El servicio de educación financiera de calidad aborda cinco áreas temáticas: endeudamiento, budgeting, protección, jubilación e inversión.

Forma parte de la AEPF (Asociación de Educadores y Planificadores Financieros)

Forma parte de la AEPF (Asociación de Educadores y Planificadores Financieros) / Cedida

¿Cuáles son las claves para una gestión eficaz en nuestras casas?

Conocer tu situación. Comprobar a qué destinas el dinero que ingresas. Algo tan sencillo como llevar un registro de los gastos en una libreta, en una Excel, en una app del móvil, te puede ayudar mucho. Te da perspectiva. A mi me gusta decir que los números hablan y, si los ves plasmados, cantan.

Algo que nos encontramos muchas veces es que los ciudadanos saben exactamente lo que ingresan, sin embargo, no saben especificar a qué destinan exactamente ese dinero. Y es ahí, donde radica la mayor preocupación y frustración, por dónde se escapa el dinero. Conocer tu propia situación es clave.

Tener controlados los gastos fijos y los periódicos es fundamental para no entrar en números rojos. Muchos ciudadanos hacen frente a seguros de forma anual lo que, en no pocas ocasiones, les supone dificultades económicas el mes que le cargan el recibo, porque les descompensa las cuentas.

La previsión de los gastos. En el mes de septiembre muchas familias han hecho frente a los gastos de comienzo de curso. O el recibo del seguro del coche o del hogar, que suelen ser de periodicidad anual. Son gastos previsibles y presupuestables pero que, muchas veces, suponen un quebradero de las cuentas mensuales de las familias.

No te fijes objetivos demasiado ambiciosos. Ve poco a poco, pasito a pasito y comprobarás cómo lo vas consiguiendo

Contar con un fondo de emergencia, que consiste en disponer de una cantidad de dinero equivalente a -mínimo- tres meses de consumos y una cantidad extra para hacer frente a imprevistos. Con ello conseguiremos que, ante una situación imprevista como puede ser una incapacidad temporal, un arreglo del coche o cualquier otro gasto con que el no contábamos, nuestra economía mensual no se vea afectada y, no entremos en los temibles números rojos o impagos.

Tener controlados los microgastos, esos a los que no damos la suficiente importancia pero que, en la mayoría de los casos, suponen un gasto secundario del que podríamos prescindir y aumentar la capacidad de ahorro. Te pongo un ejemplo: suscripciones a plataformas o servicios que no utilizamos. Os recomiendo que echéis un buen vistazo a los compromisos que tenéis de suscripción y comprobéis si efectivamente le estáis sacando partido o no. 

 ¿Cuáles dirías que son los pilares financieros?

Los pilares fundamentales son el análisis, la planificación, la implantación de estrategias y el seguimiento.

Como apuntaba antes, conocer tu situación financiera es fundamental para poder tomar decisiones. El siguiente paso sería elaborar un plan financiero, que servirá de guía para poder alcanzar los objetivos que se fija el ciudadano/familia. Hablamos de objetivos a corto (dentro del año en curso) y largo plazo (a más de un año), como pueden ser: la compra de un coche, de una casa, los estudios de los hijos o realizar ese viaje que tanto se desea. A esos objetivos les asignaremos los recursos económicos que necesitamos y el plazo de tiempo que nos fijamos para conseguirlos.

Con la realización del budgeting conseguiremos tener los gastos identificados y comparar lo que hemos presupuestado con lo que hemos consumido y, poder corregir las desviaciones que se puedan producir

Acto seguido, será la implantación de estrategias para conseguirlo. Entre ellas, la maximización del ahorro y/o la inversión. Seguimiento. Si se elabora un plan, pero no se le da seguimiento, no vale de nada. Es necesario implicarse, cambiar hábitos, concienciarse. Pero ojo, los objetivos fijados deben ser realizables, acordes a nuestra situación y a los recursos con los que contamos o prevemos contar. La motivación, también muy importante para alcanzar los objetivos. No te fijes objetivos demasiado ambiciosos. Ve poco a poco, pasito a pasito y comprobarás cómo lo vas consiguiendo

¿Qué es el budgeting y en qué consiste?

El budgeting consiste en la elaboración del presupuesto familiar, a través del análisis y la evaluación de la situación patrimonial y económica: el balance y la cuenta de resultados.

Esto que suena a cátedra de económicas supone conocer cuánto tienes y cuánto debes (balance) -situación financiera-. Nos referimos a los activos con los que cuenta la familia, por ejemplo: la vivienda (si es en propiedad), el dinero en cuentas corrientes o en otra tipología de productos, etc. Identificando así, los recursos disponibles. Y los pasivos, por ejemplo: cuánto se debe de préstamo hipotecario (si fuera el caso) y otras deudas financieras que tenga asumidas la familia como pueden ser la financiera del coche o de otro tipo de préstamo al consumo.

Y, por otro lado, conocer cuánto ingresas y cuánto gastas (cuenta de resultados) -situación económica. Nos referimos así, al dinero que ingresa la familia (por el trabajo/otros) y a los gastos que tiene asumidos desde el punto de vista de los consumos (alimentación, educación, transportes, ocio, etc.) y la capacidad de ahorro.

La recopilación de todos estos datos nos ofrece una imagen real y actual de la situación de las finanzas de la familia, consiguiendo identificar fortalezas y debilidades sobres las que actuar. Con la realización del presupuesto familiar (budgeting) conseguiremos tener los gastos identificados y comparar lo que hemos presupuestado con lo que hemos consumido y, poder corregir las desviaciones que se puedan producir.

Conocer la situación económica de la que partimos es primordial

Además, podremos poner en práctica estrategias que ayuden a maximizar el ahorro. De las estrategias más recomendables es la de fijación de automatismos: separar todos los meses y transferir a una cuenta distinta (o guardarlo donde se quiera) una cantidad fija destinada a ahorro, automáticamente en cuanto nos abonan la nómina, dejando el resto del saldo en cuenta para los gastos.

 Ahora ponemos las miras en la jubilación ¿cómo prepararnos?

Las noticias sobre las previsiones de cobrar una pensión pública para los trabajadores de hoy no son muy alentadoras. Mantenerse informado y conocer las alternativas que hay para complementar esa posible pensión es fundamental para la planificación de la jubilación.

Debemos tener presente que nuestra capacidad económica se va a ver muy mermada cuando alcancemos la jubilación si únicamente contamos con la pensión pública, porque no olvidemos, que el dinero pierde capacidad adquisitiva.

Mil euros del año 2048 (con suerte, el año en que me jubilaré) no serán lo mismo que mil euros hoy en día. No hay que irse muy lejos para comprobar que, hace apenas un año, el dinero tenía más capacidad adquisitiva pero que con el repunte de la inflación, y el incremento de los precios de todo tipo de productos ha provocado que con los mismos salarios podamos hacer frente a menos consumos.

Planificar. En la web de la seguridad social se puede obtener una simulación del importe de la pensión pública de jubilación, muy ilustrativa para tomar decisiones y planificar la estrategia para conseguir cubrir el consumo y no perder calidad de vida en la jubilación.

Invertir, ¿sí o no?

Sí, pero. Debemos entender la inversión como la forma más coherente, eficaz y eficiente de alcanzar los objetivos financieros fijados.

Ahora bien, antes de plantearnos invertir, debemos contar con un fondo de emergencia (liquidez - mínimo tres meses de consumos y reservas -cantidad destinada a pequeños imprevistos) que sea líquido, ya sea en una cuenta corriente o en un bote en casa. Mientras no contemos con este “peto”, no se recomienda invertir. La inversión se lleva a cabo con los recursos económicos “ociosos” con los que cuentan los ciudadanos.

Titular del despacho profesional Vi .

Titular del despacho profesional Vi . / Cedida

A tener en cuenta antes de invertir: evaluación y selección de estrategias en función de la coherencia, eficiencia, eficacia y actitud al riesgo. Los parámetros para evaluar una inversión son: el tiempo mínimo, la pérdida máxima sobre el capital inicial y el rendimiento esperado. La fijación de los objetivos, con la asignación de los recursos económicos que necesitamos o disponemos y el horizonte temporal establecido para conseguirlos serán los datos que nos indicarán el perfil de riesgo (bajo, medio o alto). Todo aquel que esté interesado en invertir debería conocer de antemano su perfil de riesgo y esto se consigue elaborando el plan financiero personal.

Hablas de “tomar las riendas” y “tomar conciencia” ¿Cómo podemos hacerlo? ¿Cómo podemos cambiar ese chip?

Con ganas y actitud, como con todo en esta vida (chascarrillo). De nada sirve preocuparte, si no te ocupas. Toma conciencia y el control de tus finanzas. La motivación y el acompañamiento profesional también es fundamental. Busca profesionales cualificados que te ayuden a analizar la situación e implementar las estrategias que mejor te convengan y sean acordes a los objetivos que te has fijado. Y, sobre todo, no esperes a mañana, será tarde. ¡Tomas las riendas!

No dudes en visitar la web de la Asociación de Educadores y Planificadores Financieros para solicitar información sin compromiso info@apefinancieros.org