Por segundo año consecutivo, las restricciones derivadas de la situación sanitaria evitaron que Catoira pudiese celebrar su fiesta más internacional como se merece. Sin embrago, y a pesar de que no hubo desembarco, la pandemia no pudo evitar que seis drakkars con vela rojiblanca fueran aplaudidos desde tierra y también desde el propio puente interprovincial. Desde allí fueron muchos los que desafiaron a la climatología y vieron pasar a sus pies a los barcos Torre de Oeste, Frederikssund y Ardglass-Catoira que, junto a otras tres embarcaciones, ascendieron el río.

Aquel primer fin de semana de agosto supuso el colofón a varios días de actos culturales y musicales que compartieron protagonismo con los propios vikingos. Roi Casal fue uno de los grandes atractivos en el apartado musical, junto con el “Valhalla Music Fest” organizado por LuxcoFuxco Eventos. Cientos de personas llegadas de diferentes lugares se dieron cita en la gran explanada de la Alameda do Peirao de Catoira para disfrutar de los ritmos latinos y electrónicos de artistas como Danny Romero, Lennis Rodríguez, Dasoul, Groove Amigos o Mastachi. Artistas de renombre que se unían a otros emergentes para disfrute de los presentes. El evento se llevó a cabo con todas las medidas de seguridad y un total de cuatro zonas con capacidad para 1.000 personas, aunque finalmente apostaron por no llegar a superar las 750 en cada una. Durante más de seis horas los asistentes pudieron disfrutar de buena música y puestos de venta de bebidas y food trucks. Otro de los momentos más esperados fue la actuación del mítico grupo tradicional Milladoiro, una de las apuestas de esta edición, y compuesto mayoritariamente por artistas catoirenses. Durante el concierto hicieron un recorrido por su trayectoria musical en un espectáculo enmarcado dentro del programa Musigal, de la Diputación de Pontevedra.

La Escuela Municipal “Úrsula”, por su parte, se encargó de trasladar a los catoirenses -en distintos pases diarios- a los tiempos de los vikingos, a través de la representación de la clásica obra “El-Rei Snie”, que se lleva poniendo en escena desde hace casi 30 años.

Gran acogida del Cacto por parte de los visitantes

A pesar de verse obligados a ajustar el formato de esta Fiesta declarada de Interés Turístico Internacional, durante la edición de la Romería Vikinga de este año, el Concello quiso aprovechar la ocasión para inaugurar del Centro de Activación Cultural Torres de Oeste. Un acto que se desarrolló en la tarde del sábado con la presencia de Alberto García, alcalde de Catoira; Francisco Singul, comisario de la exposición permanente; y Alfredo Sellier, responsable de Museografía y Producción.

El conocido como Cacto nacía así como centro de interpretación de las Torres de Oeste. Un acercamiento a la historia de este enclave y al que se refieren como “la puerta de acceso y frontera de protección desde el océano hacia el interior de Galicia y las tierras de Compostela. Torres de Oeste, llave y sello de Galicia”. El centro cuenta con paneles informativos, exhibición de réplicas que contextualizan diferentes etapas de la historia de As Torres, y varias unidades audiovisuales que permiten ahondar de modo interactivo en la exposición. En el piso superior se encuentra un espacio para actividad cultural dedicado a presentaciones y talleres.

En tan solo tres semanas des la apertura de este interesante Centro de Activación Cultural Torres de Oeste, el registro de visitas al Cacto daba buena cuenta de su éxito. En ese tiempo había logrado superar todas sus expectativas con la visita de más de 500 personas.