“Miña Terra Galega. Estas tres palabras con identidad propia definen muy bien una gran aventura: emprender desde el rural, elaborar cerveza artesana sin complejos y hacer de una pasión un modo de vida”. Lo tiene claro Isabel Vieitez, alma mater de un proyecto que habla ante todo de “cariño y pasión”, con la apuesta por el producto local de máxima calidad como principal seña de identidad. Esta cerveza rubia de alta fermentación se convierte así en uno de los principales estandartes de Galician Brew, ubicada en la zona de Padrons, Ponteareas; muy cerca del Río Tea y de Mondariz y un lugar en el que el agua es fuente de vida. 

El enclave perfecto, por tanto, para apostar por emprender desde el rural: “Miña Terra Galega es una cerveza que recoge todos estos valores. Nació como un homenaje a Miguel Costas, el ex componente de Siniestro Total, y queremos que resuma nuestra forma de ver el mundo; que ponga en valor lo nuestro porque estamos en una tierra increíble”, describe Vieitez sobre la influencia Rock que baña todo el proyecto: “Nos encanta el Rock, casi tanto como la cerveza”, se ríe y añade: “Tenemos algunas ediciones especiales como la Rock In Río Tea, que empezamos elaborando para el festival de rock que se hace en Ponteareas cada verano y que ya se quedó. También la Tonhito de Poi, una cerveza elaborada con açaí, un fruto amazónico con muchas propiedades. La lanzamos con el disco de Tonhito de Poi “Non hai onde esconderse”, y es de las más vendidas”. 

“Unir música y cerveza es magia pura”, continúa desarrollando desde Galician Brew, un proyecto iniciado hace ya cinco años cuando los socios decidieron reformar la antigua bodega familiar y comprar un equipo con capacidad para elaborar 250 litros: “Empezamos con pequeños lotes y la cerveza gustó. Esto nos animó a seguir y, además,  tuvimos la suerte de poder entrar en Via Galicia, una aceleradora de empresas de la Zona Franca y Xunta de Galicia. Con su apoyo, decidimos dar el paso de poner en marcha una nueva fábrica nueva en la misma finca familiar. Así empezamos y gracias a ello pudimos ampliar la producción sin perder la esencia artesana original”, resume Vieitez desde la fábrica, donde se preparan ya para celebrar las fiestas con múltiples packs de sus cervezas más emblemáticas.

Miña Terra Galega también se comercializa en un pack de 3 unidades, con dos referencias de la marca Curuxa Ipa y Curuxa Black. Cedidas por Galician Brew (Daniel Pérez - eamalraio)

Media década de historia en la que la fabrica gallega ha sabido mantener una línea estable de productos al tiempo que ha continuado innovando: “Nos encanta probar cosas nuevas. Este verano, hemos sacado una línea de cervezas ácidas con frutas, una con piña y otra con fresa; y ya estamos pensando en la tercera”, se ríe Isabel para pasar a explicar que están apostando también por una gama mayor de ipas: “Son cervezas con una mayor presencia de lúpulo, pero como todas nuestras cervezas, muy fáciles de beber. El lúpulo en nuestro caso tiene un valor doble. Hace tres años, empezamos a cultivarlo y hoy somos productores autorizados por REAGA”

No se quieren despedir sin agradecer a todos sus clientes el apoyo mostrado a su proyecto durante el confinamiento impuesto por la pandemia Covid-19: “Nos pilló en el peor momento, el 29 de Febrero inauguramos nuestra nueva fábrica y, dos semanas después, nos vimos obligados a cerrar. Nos quedamos paralizados, nos costó reaccionar, pero poco a poco fuimos superando la situación, nos reinventamos y adaptamos con opciones de reparto con entrega directa a través de nuestra página web, catas on-line, etc. Los clientes nos han dado la vida y estamos muy agradecidos por todo el apoyo que hemos recibido… Estamos deseando que todo esto pase para abrir nuestra fábrica a la gente, organizar eventos, visitas, conciertos… Nos divierte y nos llena de vida. Desde aquí, queremos brindar por la vuelta del Rock&Roll a las calles; mientras tanto, podremos seguir saboreándolo desde nuestras casas con cervezas locales”.