Tecnología punta contra “los marrones de los viernes por la tarde”; capacidad de cómputo en clave local; o un software digital al servicio de los trabajadores representan sólo tres de las ambiciosas innovaciones con sello gallego que se han concretado ya en empresas reales y viables del automovilismo gracias a la aceleradora Business Factory Auto (BFAuto), en la que la colaboración público-privada marca la pauta a la hora de situar al sector autonómico en la ‘Pole Position’ de la digitalización y la Industria 4.0., líneas maestras del modelo económico del futuro. Un proyecto promovido por la Xunta de Galicia junto al Consorcio de la Zona Franca de Vigo, grupo PSA y Ceaga, que ya al cierre de 2019 dejaba más de 252 nuevos empleos y una facturación de 33 millones de euros.

Hasta el próximo 2 de octubre, está abierto el plazo para presentar proyectos innovadores a la quinta edición de la iniciativa, tanto a la fase de aceleración como de consolidación. Una edición en la que las tecnologías relacionadas con la transformación digital tendrán prioridad para entrar en la aceleradora y por la que se dará acceso a una serie de ventajas como apoyo financiero: de hasta 375.000 euros por proyecto; un espacio de trabajo; asesoramiento y formación; red de contactos e incorporación al sector.

“De todo lo que hemos probado, BFAuto ha sido con diferencia lo mejor: tanto a nivel formativo como financiero y, sobre todo, por la integración en esa cadena vertical que es el sector de la automoción. Los tutores de la aceleradora han jugado un papel fundamental al aportarnos un punto de vista global de cara a concretar el proyecto”, explica “muy ilusionado” Xavier Barra, con veinte años de trayectoria en el sector y quien en 2018 decidió lanzarse a poner en marcha Mobocen V2, un sistema de monitorización de maquinaria industrial. “Tanto mi socio Manuel Rañal como yo observamos que muchos de nuestros clientes tenían problemas los viernes por la tarde, cuando hay poco margen para solucionarlos. Lo que pensamos fue: ¿Por qué no contribuimos a una mejor planificación de las empresas y les ayudamos a anticiparse a los errores?”. Se les ocurrió entonces diseñar Mobocen V2, una plataforma de monitorización que controla de forma constante, en tiempo real, el estado de la maquinaria, lo que permite doblar la eficiencia del sistema de producción al tiempo que aumenta la calidad de vida de los trabajadores que lo integran.

“El piloto ha salido muy bien y ya estamos en la segunda fase con muy buenas perspectivas”, expresa Barra, que se dirige a los nuevos emprendedores: “Después de mucho remar, al final se llega”.

“Yo creo que el simple hecho de hacer el ejercicio de presentarse merece la pena en tanto en cuanto te obliga a aterrizar tu idea. Para nosotros, BFAuto fue ese baño de realidad clave para el éxito”, apunta por su parte Xose Ramón Sousa, al frente de Digital Hunter Operator. Un operador del Internet de las cosas industrial capaz de desplegar un conjunto de componentes e integrarlos para que se haga efectiva la digitalización de la industria: “Apostamos por la Industria 4.0 y el Edge Computing. La idea es dar capacidad de cómputo al entorno industrial gallego desde la misma ubicación física de nuestros usuarios”, desarrolla el experto, que añade: “Estamos ante una gran oportunidad. La digitalización está en auge y todo apunta a que será masiva en una franja de cinco a diez años”.

Como Spin Off de la Universidad de Vigo, Ancora representa, por su parte, un buen ejemplo de “ese camino que empieza en la universidad y llega al mundo de la empresa”, tal y como lo describe Alexandre Bastos, socio del proyecto que ha presentado ya su solicitud para la fase de consolidación. “Lo que hicimos fue crear un software que conecta los sistemas de producción digital a los trabajadores de forma que les permite mejorar su eficiencia a través del acceso a información relevante relacionada con sus cometidos”, comenta Bastos, que destaca el funcionamiento de BFAuto: “La experiencia está siendo muy positiva. Nos ha ayudado a trasladar las ideas iniciales a la realidad de una pequeña fábrica: buscar una solución concreta, implementarla y probarla. También nos ha posibilitado trazar un camino sobre el que evolucionar, diseñar los pasos a seguir para aportar más valor. Nos ha dado visión, fundamental a la hora de arrancar un proyecto”.