La aplicación de realidad virtual y aumentada o de dispositivos de detección sensorial en "Galicia, un relato no mundo" (Cidade da Cultura de Galicia) traslada a los visitantes a diferentes momentos de la historia, convirtiendo la experiencia de visitar esta exposición en un auténtico viaje en el tiempo. El uso de estas tecnologías nos permite descubrir de una manera diferente grandes obras maestras. Piezas como la Biblia Kennicott o el Libro de las Invasiones, por primera vez en Galicia, cobran vida invitando al espectador a fomar parte de sus aventuras y sentir que estuvieron allí.

La dimensión interactiva de la primera de las tres grandes muestras con las que la Xunta celebra el Xacobeo 21 cambia el modo tradicional de acercarse a obras que, en muchos casos, son joyas del patrimonio universal. Admirar estos tesoros va ahora más allá de contemplarlos en una vitrina. La tecnología expande sus historias y las trae al presente, eliminando las dificultades de acceso a piezas que, por motivos de seguridad, no se pueden manipular.

Pasar por un templo romano

A través de la realidad aumentada pasearemos entre las columnas del Sebasteion, templo romano de Afrodisias (Turquía), donde se ha localizado la inscripción más distante del pueblo de los galaicos, datada en la época del emperador Octavio Augusto. Usando tablets, los visitantes interactúan con la réplica de la inscripción y 'levantan' el templo a su alrededor.

En la instalación "Os adeuses", la realidad virtual convierte un balcón del museo en la cubierta de un trasatlántico para vivir la experiencia de los gallegos y gallegas emigrantes que cruzaron el Atlántico rumbo a América. Con una mochila especial y unas gafas de realidad virtual, los visitantes se asomarán a la cubierta del barco, interactuando con objetos y con personajes y reviviendo el emocionante momento de la partida.

Una mesa interactiva y lenguajes propios de videojuegos tan populares como Age of Empires recrearán el universo de la Galicia medieval y las historias del Camino de Santiago. Interactuando con diversos objetos, los usuarios crearán su propio mundo, desencadenando con sus decisiones diferentes eventos históricos que se podrán ver en una recreación tridimensional.

Proyecciones que se despliegan en cuanto los visitantes toman asiento, monitores que detectan nuestra presencia y nos hablan en las diferentes variantes de la lengua gallega y portuguesa, libros y mapas que se manipulan virtualmente para desvelar historias guardadas durante siglos; visitar "Galicia, un relato no mundo" es descubrir un nuevo modo de vivir la historia, aprovechando no solo la puerta que abre la tecnología, sino también otro tipo de lenguajes contemporáneos, como el cómic o el grafiti.