Pedro Sánchez llevó ayer a su reunión con Mariano Rajoy un "primer no", un mal comienzo para hablar, según el PP, pero que no cierra la puerta del diálogo. Así lo expuso el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maíllo. "No es el mejor comienzo, pero estamos al inicio del proceso, no al final", subrayó antes de reprochar a Sánchez que haya acudido a la Moncloa con el "no" prefijado y eso no haya permitido hablar de las cuestiones que cree que interesan realmente a los españoles.

Sobre la pretensión de Pedro Sánchez de que sea un socialista el presidente del Congreso, Martínez Maíllo ha respondido que al PP le "preocupa más España que las sillas". También advirtió de que "históricamente la composición de la Mesa del Congreso se dialoga y se negocia con todas las formaciones políticas" y ha garantizado que el PP "liderará" ese proceso de diálogo, cuyo resultado "atenderá al nuevo resultado de las elecciones". "Será una negociación del conjunto de partidos que han conseguido representación", afirmó.

El dirigente del PP apuntó que el PSOE tiene que solucionar sus "problemas internos" y las discrepancias de Sánchez con sus "barones", ya que ha escuchado decir a algunos que tienen que votar no a la investidura del PP, pero también a otros que no están de acuerdo con pactar con Podemos, ERC y otros partidos.