El 28-M, un refuerzo para Rueda

Luis López, Manuel Baltar, Elena Candia y Diego Calvo, presidentes provincialesdel PP de Galicia.   | // X. A.

Luis López, Manuel Baltar, Elena Candia y Diego Calvo, presidentes provincialesdel PP de Galicia. | // X. A. / Irene Bascoy

Irene Bascoy

Irene Bascoy

Las elecciones autonómicas y municipales de ayer en España al final se han convertido en una primera vuelta de las generales, y Pedro Sánchez ha tomado nota de la debacle y ha decidido adelantar a julio los comicios, en todo un giro de timón que ha sorprendido a propios y extraños. ¿Cuál es el punto de partida de las formaciones gallegas para la cita de julio, pero también de cara a las autonómicas de junio de 2024, después de que ayer Alfonso Rueda decidiera no imitar al líder del PSOE, no convocando a los gallegos a elegir presidente autonómico?

Los populares.

El PPdeG sale reforzado del 28-M y con él especialmente Alfonso Rueda, en el que era su primer test electoral desde su proclamación como líder de los populares gallegos hace algo más de un año. El PPdeG agranda la distancia con la segunda fuerza más votada, el PSdeG. Son casi 49.600 votos más y cinco puntos más que hace cuatro años, y 134.000 papeletas más que los socialistas. Además, arrebata a los socialistas la alcaldía de Ferrol y así toca poder urbano. Pero quizás su gran triunfo es recuperar la Diputación de Pontevedra, con un presupuesto de más de 187 millones de euros.

Alfonso Rueda afrontará las elecciones generales y autonómicas con la tranquilidad de haber mejorado posiciones con respecto a 2019, cuando al frente del PPdeG estaba Alberto Núñez Feijóo. La formación ve a su presidente nacional cerca de Moncloa y a su líder autonómico, asentado en la Xunta. Es una cuestión psicólogica. El PPdeG se sube a la ola del PP y no piensa en hacer la mudanza en San Caetano. La expectativa de una victoria siempre moviliza a la militancia.

A nivel interno, la autoridad de Rueda también se acrecienta. ¿Por qué? Porque ha conseguido buenos resultados en su provincia, con la Diputación como gran logro. Hace cuatro años, la fuerza con más votos era el PSdeG, y el domingo la situación se revertió, al crecer el PPdeG siete puntos y caer los socialistas cuatro puntos en la provincia. Y también logra alcaldías claves como Baiona, Porriño y afianza sus mayorías absolutas en Mos y Salvaterra do Miño, y tiene opciones de gobernar en Redondela y Ponteareas con apoyos. Su flanco débil sigue siendo Vigo. Sube un edil, pero suma solo cinco en una corporación de 27 concejales.

No estaría tan contento Rueda si por ejemplo el 28-M los avances se hubieran producido solo en A Coruña y Lugo. Entonces el contrapeso de los barones provinciales del Norte, Diego Calvo y Elena Candia, sería mayor en el seno del PPdeG.

La duda ahora es cómo va gestionar el PP el fiasco de Ourense, con Gonzalo Pérez Jácome al frente de la lista más votada, pese al escándalo de los audios. La situación es endiablada porque el PP necesita a Democracia Ourensana en la Diputación y a cambio puede facilitar la investidura de nuevo de Jácome. ¿Tendrá coste electoral o definitivamente Ourense es sitio distinto?

Los socialistas.

El PSdeG se llevó un varapalo el 28-M. Perdió algo más de tres puntos en votos (76.000 papeletas menos), cedió la primera plaza como fuerza más votada en Galicia, el Ayuntamiento de Santiago pasa a manos del BNG, el de Ferrol, al PPdeG, y la Diputación de Pontevedra, también será para el PP. Eso sí, logró retener las alcaldías urbanas de Vigo, A Coruña y Lugo y las Diputaciones de A Coruña y Lugo. No fue una desastre como en otros territorios del Estado, pero tampoco es el mejor punto de partida para unas elecciones autonómicas, para las que los socialistas no tienen todavía cabeza de cartel.

Al PSdeG le urge clarificar sus liderazgos. Ni el secretario xeral, Valentín González Formoso, ni el delegado del Gobierno, Xosé Ramón Gómez Besteiro, ni el ministro de Sanidad, José Miñones, están para tirar cohetes. ¿Quién será el contrincante de Rueda? ¿Y si el elegido es Besteiro, y en julio se queda sin la plataforma de la Delegación del Gobierno porque el PSOE pierde los comicios?

Si Alberto Núñez Feijóo se instala en Moncloa a partir de este verano, el PSdeG llegará a las elecciones de junio de 2024 en la peor situación. Con un PSOE abierto en canal, y un PPdeG con todas las papeletas a su favor para reeditar la mayoría absoluta en Galicia.

Los nacionalistas.

El otro ganador del 28-M ha sido el BNG. ¿Por qué si es la tercera fuerza de las elecciones municipales en Galicia? Porque ha sumado 54.000 papeletas más (4% más), porque eleva su representación con 134 ediles más en los concellos, y casi ha liquidado a las Mareas locales, que le habían ‘robado’ muchas papeletas en 2015. Además podrá colocar a una alcaldesa nacionalista en la capital gallega, al superar al PSOE en votos. La formación frentista, que es la segunda fuerza en el Parlamento gallego, tiene la oportunidad de convertir Santiago en un escaparate de su gestión, junto a Pontevedra.

El retroceso del PSdeG y el avance del BNG colocan a la formación de Ana Pontón en buena tesitura para los comicios autonómicos, pero no se tratar solo de ser la alternativa al PPdeG, se trata de tener opciones reales de victoria, y los nacionalistas gallegos el domingo sumaron la mitad de los votos de los populares. Aún queda mucho por escalar.

¿Adelanto electoral?

“Las urgencias del PSOE no pueden ser las de Galicia”, proclamó ayer el presidente de la Xunta ante el Comité Ejecutivo de su partido, al que convocó por la tarde para hacer balance del 28-M. ¿Por qué Rueda descartó motu propio un adelanto electoral en una comparecencia sin preguntas ante la prensa? ¿Sería por qué realmente llegó a sopesarlo, y finalmente lo descartó o le aconsejaron descartarlo? No era una idea descabellada. Tenía sus ventajas para el PPdeG. El adelanto pillaría al PSdeG a contrapelo sin candidato a la presidencia de la Xunta, y la obligación de convocar primarias. Y hacer coincidir las elecciones generales y las autonómicas restaría votos al BNG, pues lo más presumible es que la campaña fuese en clave nacional, más que gallega. Además, Rueda se vería beneficiado de la ola del PP nacional. Eso sí, tendría que haber justificado por qué la semana pasada abría la puerta a que las elecciones gallegas coincidiesen con las europeas del 9 de junio de 2024 y las vascas. Al final quedó en nada.

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