De las sencillas luces blancas en el olivo de Paseo de Alfonso a la rutilante puesta en escena de Porta do Sol.
Más de medio siglo separan una misma celebración en una misma ciudad, aunque quien lo diría. Del abeto natural de la Praza da Constitución allá por los años 70 o las típicas guirnaldas a todo un dispendio de luces led que llegan a más de 400 calles.
Las decoraciones más tradicionales han dejado espacio a nuevos iconos de la Navidad viguesa que van desde enormes cajas de regalos y muñecos de nieva a castillos y carruajes repletos de fantasía.
¿Será cierto eso de que la Navidad de Vigo es (y era) la mejor del mundo? Te invitamos a que lo compruebes en nuestra galería histórica