Atunlo pasa a tutela de ADV para buscar el milagro con el concurso

El juzgado de lo Mercantil designa un administrador, pero la firma mantendrá facultades de gestión | Rechaza pedir una liquidación

Vista general de la planta de Atunlo en Cambados. |   // FDV

Vista general de la planta de Atunlo en Cambados. | // FDV

Lara Graña

Lara Graña

Atunes y Lomos (Atunlo) lanzó un órdago a su accionista vasca Compañía Internacional de Pesca y Derivados (Inpesca) y a los acreedores el 14 de mayo, cuando solicitó concurso de acreedores en el Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo. Solo tres días antes su dirección anunciaba a FARO un acuerdo con la armadora para esquivar la quiebra y evitar la vía concursal, que ella misma calificó de “definitiva” porque supondría su liquidación. Aquella petición del día 14 no prosperó por defectos formales en la solicitud, de modo que la pesquera está en suspensión de pagos (antigua denominación para concurso de acreedores) con efectos desde el día 23. El auto de declaración de concurso fue difundido ayer por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

La jueza Amelia Pérez señala en el auto que el deudor, sus administradores, apoderados y representantes de hecho o de derecho “tienen el deber de comparecer ante el juzgado y la administración concursal cuantas veces sean requeridos”. Atunlo ha rechazado solicitar liquidación.

La magistrada ha designado como administrador concursal a la firma ADV, como advirtió este periódico, que es la misma elegida para tutelar el mismo proceso con la filial Atunlo Santoña. Las facultades de administración continuarán en manos del equipo de José Pernas, aunque estarán intervenidas. Su plan de reestructuración no concitó el acuerdo ni entre los socios ni con las entidades financieras. “Un proceso concursal –dice textualmente el documento– situaría a la sociedad en un escenario irreversible y un estado de liquidación”.

El patrimonio neto a 31 de marzo era negativo en 68,36 millones de euros. La ley de sociedades de capital determina que el patrimonio no pude ser inferior a la mitad del capital social, que en el caso de la pesquera no llega a los 5,5 millones de euros. Atunlo incurrió, por tanto, en causa legal de disolución. ¿Cómo se subsana? Disolviendo una empresa o con una operación acordeón (reducción a cero y posterior ampliación de capital), o comunicando al juzgado “la existencia de negociaciones con los acreedores para alcanzar un plan de reestructuración”, comúnmente conocido como preconcurso. El de Atunlo agotó sus plazos y, al estar ahora en concurso (suspensión de pagos), la causa de disolución queda temporalmente en suspenso.