Pescanova proyecta dos buques para retirar a los históricos “Ribadavia” y “Mar del Cabo”

Fueron construidos en 1974 y 1966, respectivamente

La pesquera otorga a la renovación de flota un papel destacado en el plan estratégico

Namibia es su caladero más productivo

Arrastrero congelador “Ribadavia”, con matrícula de Lüderitz.

Arrastrero congelador “Ribadavia”, con matrícula de Lüderitz. / CEDIDA

Lara Graña

Lara Graña

La trayectoria del pesquero Mar del Cabo va entrelazada a la de dos emblemas de la industria pesquera española. En primer lugar, a la de Casa MAR (Motopesqueros de Altura Reunidos). Su construcción, en el año 1966, fue un encargo del prolífico Javier Sensat Curbera; era gemelo de otros tres buques construido por Astilleros y Construcciones (Ascon, en Meira) para Egipto (unidades Berenice, Hurghada y Ras Banas). El arrastrero, después de cambiar de manos tras el desplome de MAR, acabaría por engordar la flota de Pescanova, en cuyas filas continúa a día de hoy –como Nueva Pescanova– con pabellón de Namibia. Suyo es uno de los cuadernos de bitácora más extensos en la industria de capital gallego. Y para él, al igual que para el también histórico Ribadavia (1974, Ascon), ha llegado el momento de descansar para siempre. Los que son a día de hoy los pesqueros de mayor envergadura de la multinacional serán reemplazados por nuevas construcciones, según pudo contrastar FARO. Desde la compañía que preside José María Benavent no han precisado más información.

El de renovación de flota vuelve a ser uno de los pilares del plan estratégico en el que trabaja el equipo del nuevo CEO, Jorge Escudero, con el objetivo de mejorar la productividad y la eficiencia de los activos. Ya con el primer plan, Todos a una 2016-2020, Nueva Pescanova consumó la construcción de seis unidades –estaban previstas siete– para las filiales de Namibia y Mozambique. La hoja de ruta diseñada para el periodo 2020-2024, denominada Rumbo al valor, ya anticipaba una inversión en capex (capital expenditures) para renovar pesqueros para el caladero namibio y el de Argentina, si bien la irrupción del COVID, la hiperinflación del país latinoamericano o la malograda operación de venta a Cooke Inc. dejaron buena parte de los objetivos de Rumbo al valor sin materializar. Una embarcación como Mar del Cabo, aun habiendo recibido inversiones periódicas, tiene un consumo en combustibles exponencialmente superior a las nuevas construcciones, lo mismo que en el caso del Ribadavia. La introducción de maquinarias en parque de pesca o cubierta de última generación también ayudarán a mejorar sus niveles de eficiencia. La intención del grupo pesquero, en el que Abanca tiene el control societario, es de llegar a 2040 con neutralidad en emisiones de carbono.

Pesca en cifras

  1. Flota

    Argentina: 15 buques

    Mozambique: 30 buques

    Namibia: 10 buques

  2. Capturas (2023)

    Argentina: 16.930,3 tons.

    Mozambique: 3.303,4 tons.

    Namibia: 21.065,1 tons.

A 31 de marzo de 2023 –el ejercicio fiscal de la compañía remata ahora en marzo–, Nueva Pescanova disponía de 55 buques operativos, tras haberse desprendido de unidades vetustas como el Karas (1975), Khorixas (1973), Khulisa (1973) o Khomas (1974). De estos 55, diez pesqueros operan en aguas namibias y operan tanto en los puertos de Lüderitz (fresqueros) como en Walvis Bay (congeladores). En Lüderitz, al sur del país, la multinacional tiene la mayor factoría de procesado de merluza de toda África, donde también procesa y comercializa especies bycatch (rape, palometa o rosada). En el último año del que se disponen datos esta flota rebasó las 21.000 toneladas en capturas, por encima de los valores obtenidos en Argentina (16.930 toneladas) y Mozambique (3.300 toneladas, únicamente de distintos tipos de langostino salvaje).

Arrastreros

Vuelta a orígenes

Los barcos construidos por Nueva Pescanova en Armón Vigo (entre 2019 y 2021) tenían una eslora mediana, no superior a los 50 metros, porque los namibios operan al fresco y los de Mozambique son camaroneros. De modo que la renovación de los buques Ribadavia (72 metros de eslora) y Mar del Cabo (76 metros) devolverán al grupo a un escenario que no había vuelto a pisar desde el año 1986, cuando encomendó a la desaparecida Construcciones Navales Santodomingo el ensamblaje desde cero del Sil, de 78 metros.

A excepción de los buques camaroneros comprados en Japón o de la compra de embarcaciones ya operativas de segunda mano, la pesquera –tanto durante su etapa como Sociedad Anónima como después del concurso de acreedores– ha confiado siempre en el naval gallego para ejecutar sus inversiones en buques. El actual responsable de Flota es Lucas Lorenzo; el histórico directivo en este campo de Pescanova, David Fernández Troncoso, es asesor directo (director de Upstream) del consejero delegado.

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