Movilizaciones

La lucha por ser de Faurecia

Personal de Madera Fiber Technologies se planta ante la fábrica y exigirá a su antigua dueña “responsabilidades”

Instalaciones de la antigua filial de Faurecia en O Porriño

Instalaciones de la antigua filial de Faurecia en O Porriño / Marta G. Brea

La plantilla de Madera Fiber Technologies se concentra en la mañana de este miércoles ante sus instalaciones. Se trata de la antigua filial de Faurecia en O Porriño, que hace dos años pasaba a manos de Callista Private Equity y de este, solo unos meses después, a las garras de la sociedad rumana RW Future Tech SRL, propiedad del alemán Rüdiger Wisser. Ambos traspasos fueron criticados desde el primer minuto por parte de los trabajadores, que en los momentos de mayor incertidumbre incluso paralizaron la actividad de la factoría.

De aquella ya pensaban, como ahora parecen confirmar sus peores presagios, que la primera transferencia llegaba para que la multinacional francesa, gigante del sector de la automoción, se liberase de su personal sin hacer frente a indemnizaciones. De forma limpia, desapareciendo sin querer hacer ruido y aparentemente garantizando que continuaría la carga laboral... No les quedó más remedio que confiar en ello, desconvocando el paro que llegaron a secundar los empleados y volviendo a sus puestos. Lo que no se esperaban es que su entonces nuevo propietario, un fondo buitre del norte de Europa, malvendería sus bienes más codiciados –los terrenos sobre los que se asienta esta planta– para acabar deshaciéndose de aquellos que, se supone, deberían ser los activos más valiosos de cualquier compañía. Sus profesionales.

A falta de inversión, con los meses la situación no ha dado más de sí. Tras un 2023 cuanto menos caótico, la sociedad que un día llevaba con orgullo el nombre de Faurecia Interior Systems se dirige al cierre. Como adelantó en exclusiva FARO, su actual administrador –el tercero en un bienio– comunicó al comité de empresa y a la dirección del centro que ya se ha presentado la documentación precisa para solicitar un concurso voluntario de acreedores. Más de 100 asalariados entre operarios, administrativos y responsables ya no percibirán la nómina de septiembre. Del mismo modo, ante este escenario de futuros impagos e ínfimas producciones, la firma congela la relación con sus proveedores.

Instalaciones de la antigua filial de Faurecia en O Porriño.

Instalaciones de la antigua filial de Faurecia en O Porriño. / Marta G. Brea

Subrogación y ayudas

Estas últimas semanas, cuentan además fuentes cercanas al proceso, el desánimo ha ido in crescendo en la antigua filial de Faurecia en O Porriño; a la par que ha menguado el ritmo de trabajo. Allí se fabrican distintas piezas para coches, la práctica totalidad para otros centros que posee el grupo galo al que pertenecía y al que los empleados responsabilizan de su “abandono”. Desde los sindicatos resaltan que, demanda mediante, el objetivo pasa porque la justicia invalide la subrogación de los trabajadores que en su día se dio entre la multinacional francesa y Callista Private Equity. Y posteriormente de Callista Private Equity a RW Future Tech SRL, cuyo dueño supuestamente reside en Abu Dabi.

Empieza así hoy esa ardua lucha del personal, y los referidos testimonios dejan claro que la información que ha salido a la luz “no es más que la punta del iceberg”. La plantilla no descarta una nueva huelga como la de 2021, concentraciones como la que tiene lugar este miércoles y contactos con diferentes administraciones. Según pudo saber este periódico, representantes de la compañía se reunieron con el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) a finales del año pasado para solicitar apoyo financiero. Si bien el departamento dependiente de la Xunta no habría contemplado esta posibilidad ante la falta de un plan de negocio, sí concedió una ayuda en diciembre de 2022 a Madera Fiber Technologies por valor de 86.500 euros. Una “subvención y entrega dineraria sin contraprestación” en el marco del programa de Ayudas a la digitalización Industria 4.0.

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