Nodosa se consolida en grandes reparaciones con el alargamiento del arrastrero “Eirado do Costal”

Los armadores de Vigo y de otros puntos de la geografía española llevan años alertando de la necesidad de renovar la flota por unidades mejores, más eficientes, seguras y con mayor habilitación para los tripulantes. Ante las incertezas del sector, en especial por las políticas pesqueras que parten de la Unión Europea, no son muchos los que se atreven a dar el paso. Es una inversión muy alta y las empresas se lo piensan mucho. Por eso, muchas contemplan otras opciones, que principalmente pasan por la modernización de los buques existentes. Sin embargo, para algunas mejoras se precisa de mayor espacio, y es ahí donde entran en juego los alargamientos. El año pasado una de los más amplios se dio con un buque vigués, el New Polar, que ganó 14,4 metros. Y este año, el protagonista será el Eirado do Costal, arrastrero de Cangas que faena en NAFO y que ganará 15,5 metros. Ambas obras las llevó a cabo Nodosa Shipyard, que se consolida en el nicho de las grandes reparaciones.

Once metros más en 5 minutos: así se alargó el buque 'Playa Menduiña Dos'

El barco que ahora mismo se encuentra en pleno caladero tiene 56 metros de eslora, pero tras su paso por el astillero de Marín a principios de septiembre dará el estirón hasta los 71. Con ello, la unidad ganará mucha capacidad en bodega, por lo que verá reducidos sus trayectos para realizar descargas. Y, aprovechando la obra, también se realizará una renovación del sistema de frío.

El Eirado do Costal fue fabricado en 2004 por parte de Armón Vigo para Pesquerías Tara, aunque el buque figura en la relación de flota de la canguesa Moradiña, junto a otras unidades como Playa de Sartaxens, Playa da Cativa, Santa Mariña o Playa de Menduiña Dos. Precisamente este último también fue alargado por Nodosa en el pasado, en 2018, aunque en su caso la ampliación fue de 11 metros.

Para completar con éxito la obra y en el menor tiempo posible, el astillero ya está trabajando en el bloque que será insertado en el medio del arrastrero. Tiene esos 15,5 metros de largo por los 11,5 de manga que tiene el buque. “Está ya en fase avanzada”, informaron las fuentes consultadas, que explican la operación como “similar” a la del New Polar, que supuso un coste superior a los 5 millones de euros sin contar los nuevos equipos que necesitaron ser instalados.

Obras

La obra del Eirado do Costal se suma a la lista de actuaciones que llevará a cabo Nodosa de aquí a final de año. De hecho, por las varadas programadas tienen una previsión de alta ocupación hasta enero. En especial, vuelven a destacar los atuneros, nicho en el que el astillero de Marín viene profundizando en los últimos años. Ahora mismo tienen allí, por ejemplo, el Ljubica.

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