La empresa que opera el buque, Lafonia, pertenecía en su día a Pescanova, vendida más tarde –en 2016– al grupo de Frigoríficos del Morrazo tras la toma de control de los bancos en el capital. En alianza con las locales Seafish y Seaview, Lafonia formó Polar Seafish y explota los barcos vigueses Robin M. Lee, Sil y New Polar.
Pese a que de los tres grandes arrastreros el buque que está ahora mismo en las gradas de Nodosa es el más actual (de 2004), la armadora ha decidido invertir para mejorar su operativa en el caladero. En concreto, la empresa quiere mejorar la motorización del buque y, sobre todo, ganar más capacidad en bodega, por lo que también renovará el sistema de frío. Con ello, la idea es que no necesite acudir tanto a Stanley (capital malvina) para descargar sus capturas.
En concreto, el barco tiene 74,5 metros de eslora y con la ampliación llegará a los 88,5. Para ello, la atarazana marinesa facturó ya un bloque de 170 toneladas que se colocará más o menos en el medio del buque, una vez analizados y confirmados lo estudios técnicos pertinentes. El barco ya fue cortado en dos el pasado sábado, dejando una imagen impactante entre los viandantes de Marín que observan a este gigante de hierro partido en dos.
El New Polar en las instalaciones de Nodosa. Cedida
Según pudo saber FARO, solo la obra de las instalaciones de Marín supera los 5 millones de euros, a lo que hay que sumarle los importantes equipos (en especial de frío, suministrados por Kinarca) que llevará ahora o que renovará la embarcación. El encargo, por cierto, deberá hacerse en tiempo récord para que el barco pueda llegar a la primera campaña del año.
De esta forma, Nodosa Shipyard profundiza en la estrecha relación que mantiene con las pesqueras que trabajan en Malvinas. Y es que el pasado septiembre confirmó la construcción del Prion, arrastrero de 85 metros para la firma Petrel Fishing Company Ltd, participada por Pescapuerta. Para esta misma firma ya fabricó en 2021 el Falcon, mientras que los últimos años también realizó unidades para Pereira (Argos Cíes) o Rampesca (los buques Montelourido y Monteferro). En la actualidad, el astillero negocia por más barcos para el caladero de cara a engrosar su cartera de pedidos