Las diez nacionalidades del “coche” que importa Galicia

La cadena de valor de la automoción gallega es tan densa como polifacética. Despunta con nombres propios como Aludec, Benteler, BorgWarner, Copo, GKN, Marsan o Plastic Omnium, entre muchos otros, y gira con fuerza sobre un epicentro llamado Stellantis Vigo. De ese kilómetro cero salen miles y miles de vehículos cada año. Vehículos que incluyen muchísimas partes fabricadas en la comunidad, cosecha propia, pero también equipamiento que proviene del exterior. Concretamente de Francia, el país que vio nacer al antiguo Groupe PSA, es de donde llegan la mayoría de las piezas que importa Galicia. Suponen el 88,5% del montante total que la autonomía gasta en componentes extranjeros. Una cantidad que en 2022 ascendió a los 3.712,3 millones, el doble que hace una década.

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Así puede extraerse de los datos disponibles en el portal DataComex, la base estadística habilitada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para analizar las transacciones internacionales. Según sus cifras, la nación de Emmanuel Macron es de lejos nuestra principal proveedora foránea si a la industria de las cuatros ruedas se refiere (3.286,4 millones en valor el pasado año), y a ella le siguen a medio gas países como Portugal (127,5 millones), Marruecos (94,4), China (58,8) y Alemania (29,9). Completaría el top 10 Turquía (21,1 millones), continuada por la India (19,9), Italia (17,8), Eslovenia (9 millones) y República Checa (8,6).

Esos son los orígenes de las piezas que acaban conformando el coche que importa Galicia, destinos influenciados por la multinacional que lidera Carlos Tavares. Las exportaciones a la comunidad de componentes del territorio galo, raíces del fabricante de Peugeot o Citroën, fusionado hoy en día con la ítalo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles, prácticamente se triplicaron desde 2012. Lo hicieron en detrimento de otros estados europeos como Alemania (cayeron un 84%) o Portugal (un 14% menos) y ante el veloz avance de gigantes asiáticos como China (un 3.700% más) o Marruecos (donde antes apenas había mercado).

Si se desglosa este equipamiento, cabe destacar que los datos estatales contemplan el grueso de la importación gallega bajo el concepto “partes destinadas a la industria del montaje” (que supusieron 3.231,1 millones en 2022), sin ofrecer más detalles sobre el mismo. No obstante, el importe restante (cerca de 480 millones) aparece desagregado en diferentes categorías.

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Así, en el caso por ejemplo de los parachoques y sus componentes, el país que más exportó a Galicia (en valor) fue Alemania (5,4 millones el pasado año). Por su parte, Portugal se situó en el podio de ventas de parabrisas y vidrios traseros (8 millones), silenciadores y tubos de escape (4,3) o airbags (3,6); mientras que Francia lo hizo en volantes, columnas y cajas de dirección (50,2 millones de euros) o frenos y servofrenos (1,3).

Fuera de la Unión Europea, Galicia importó la mayor parte de los cinturones (13,1 millones de euros) o embragues desde Turquía (1,1); mientras que las ruedas (18,1 millones) y los sistemas de suspensión importados (9,9) vinieron fundamentalmente de Marruecos. Desde el plano oriental, las cajas de cambio que compró la comunidad en el exterior se crearon en la India (16,1 millones de euros) y los radiadores que llegaron desde el extranjero lo hicieron sobre todo desde China (2,6 millones).

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Si se tiene en cuenta el papel que jugaron las exportaciones de piezas desde la autonomía a otros países, la misma presentó un saldo positivo en componentes como los ejes con diferencial (casi 52,6 millones en favor de la balanza comercial gallega), así como en parachoques (una diferencia positiva que superó los 32,2 millones de euros) y los airbags (más de 2,8 millones). Al contrario, componentes como los volantes (-82,3 millones de euros), las ruedas (-19,6), los sistemas de suspensión (-17 millones), cinturones (-14,6), las cajas de cambio (-12,3) o los parabrisas y vidrios traseros (-11,2 millones de euros) presentaron un saldo negativo.

La exportación de componentes gallegos también crece

Las exportaciones de piezas de automóviles fabricadas en Galicia también crecieron a lo largo de la última década: a la par que las importaciones aunque suponiendo un menor volumen respecto a su valor conjunto. En el caso de la comunidad autónoma, que según las últimas cifras del Cluster de Automoción y Movilidad de Galicia (Ceaga) facturó 11.550 millones en 2022, generando 23.200 empleos directos, exportó componentes al exterior por valor de 1.740 millones de euros.

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Conforme resaltan desde la citada entidad, las ventas de equipamiento gallego al extranjero se incrementaron el pasado año un 5,6%, siendo los principales productos destinados a países como Francia, Portugal, Polonia, Alemania, Italia, Reino Unido, Marruecos, Suecia, Argentina y Estados Unidos. En el mismo balance, el sector también hace hincapié en que el total de sus exportaciones marcaron “su mejor dato histórico”, con 8.220 millones en 2022. La cifra supone un aumento del 10,7% respecto al ejercicio anterior y equivale al 27,5% del conjunto de las exportaciones de la comunidad autónoma.

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