La norteamericana Red Chamber se suma a la puja por el control de Pescanova

La canadiense Cooke Inc., todavía en la terna

Instalaciones de Nueva Pescanova en Chapela vistas desde el aire.

Instalaciones de Nueva Pescanova en Chapela vistas desde el aire. / Ricardo Grobas

Lara Graña

Lara Graña

Nueva Pescanova SL echó a andar en 2015 tras un complejísimo proceso de reestructuración que se llevó por delante a la antigua matriz (Pescanova SA o vieja Pescanova) y más de 1.500 millones en quitas. Revoloteaban entonces sobre la compañía un buen manojo de fondos de inversión -alguno, buitre-, interesados en quedarse con la multinacional, pero fue la banca acreedora la que asumió la responsabilidad de conseguir que el grupo hiciera la digestión de los desmanes de Manuel Fernández de Sousa. Han pasado siete años y medio y, tras múltiples movimientos en el accionariado, la entrega del bastón de mando por parte del sector financiero se acerca. Son varios los holdings industriales interesados, y en todos los casos asumirían “la mayoría” del capital, constatan fuentes próximas a las negociaciones. Además del interés de la canadiense Cooke, que avanzó FARO en primicia, la norteamericana Red Chamber ha entrado en la terna.

Es una de las principales compañías comercializadoras de proteína marina del mundo, con una gran red industrial y logística y una marca reconocida. Dispone también de una filial extractiva en Argentina, muy vinculada además al naval español. Su última incorporación a la flota es el tangonero (para la pesca de gambón o langostino) Patagonia Queen, que se ensambla en las instalaciones de Armón en Navia. El pasado octubre, tanto el consejero delegado del grupo, Ming Bin Kou, como el director de Red Chamber Argentina, Marcelo Mou, asistieron a la feria Conxemar.

El perfil de Red Chamber difiere sustancialmente de Cooke, tanto por su portfolio como por la estructura empresarial. En cualquier caso, la dirección de ambas está anclada en las familias, con las sagas Kou y Cooke, respectivamente. La toma de control de Nueva Pescanova permitiría a Red Chamber dar un salto más que notable en facturación y, sobre todo, en volumen y acceso a materia prima.

La compañía que controla Abanca cuenta con 62 buques operativos en Argentina, Sudáfrica, Namibia y Mozambique; la de Uruguay fue la última filial con flota de la que se desprendió Pescanova. Nueva Pescanova cerró el último ejercicio fiscal (marzo 2022) con cerca de 1.100 millones de euros en ventas; la estimación del mercado para Red Chamber -es una firma privada que no informa de sus resultados públicamente- supera los 2.200 millones.

Abanca ha incidido reiteradamente en que su desinversión forma parte de una hoja de ruta independiente y que se acometerá sin injerencias externas. Es una operación que supondrá, eso sí, un auténtico cambio de paradigma dentro de la industria gallega y española de alimentación. Cómo se formalice la venta parcial de Nueva Pescanova será determinante para la futura estructura del sector pesquero nacional.

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