El Tribunal Supremo condenó al expresidente de Pescanova SA Manuel Fernández de Sousa a seis años de prisión por un delito continuado de falsedad en cuentas anuales, de falseamiento de información económico-financiera y alzamiento de bienes. Una pena ante la que la defensa del empresario ha formulado alegaciones por considerar que existen errores de cálculo, y que por los delitos imputados le corresponderían cuatro años y nueve meses de cárcel, en vez de los seis dictaminados.

Según pudo contrastar FARO en fuentes jurídicas, su ingreso en prisión ha quedado suspendido hasta que se realice esta aclaración. De inicio, la Audiencia Nacional había condenado a Fernández de Sousa a ocho años de privación de libertad, aunque el Supremo eliminó de la ecuación los delitos de estafa agravada y falsedad en documento mercantil.

Contra esa sentencia de la Audiencia Nacional se interpusieron 19 recursos de casación, y en todos ellos se reclamó una rebaja en las penas por la atenuante de dilación indebida. No en vano, el 28 de febrero se cumplieron diez años de la noche en que Pescanova comunicó a la CNMV –como avanzó este periódico entonces en primicia– que era insolvente. “Ya el primero de dichos períodos, –menciona la sentencia del Supremo sobre la fase de instrucción–, aproximadamente siete años, supera con holgura los parámetros que, de ordinario, vienen siendo empleados por esta Sala para calibrar, de manera flexible, la eventual existencia de dilaciones indebidas”.