La alternativa al parking tradicional

La “startup” gallega Dooroti busca aliviar los problemas de aparcamiento mediante el alquiler de plazas de garaje por semanas, días u horas

Pablo Guillán, cofundador de Dooroti.

Pablo Guillán, cofundador de Dooroti. / néstor villamor

Imagine la situación: usted vive en Vigo, pero de lunes a viernes coge el coche a las ocho de la mañana para ir a trabajar a Pontevedra. Su plaza de garaje se queda vacía hasta que vuelve, cerca de las seis de la tarde. Mientras, una persona de Pontevedra se ve en su misma situación, pero a la inversa. Un grupo de universitarios se dio cuenta, hace cuatro años, de que, en lugar de que el vigués y el pontevedrés pierdan tiempo buscando aparcamiento, era mejor idea ofrecer una herramienta para poner en alquiler sus plazas de garaje y arrendar otra en la localidad donde trabajan. Así nació Dooroti, una empresa 100% gallega que busca devolver las calles al peatón. “Compartiendo las plazas de garaje se puede ganar mucho espacio de suelo urbano para nuevas movilidades –cuenta a FARO el cofundador de la startup Pablo Guillán–: para hacer carriles bici, para ampliar las aceras y que tengan más espacio los peatones o incluso nuevas zonas verdes”.

Dooroti, con sede en Vilagarcía, es la única empresa gallega de las 10 que han pasado el corte del programa europeo 5G TURBO, promovido por la EIT Urban Mobility, que busca potenciar proyectos que mejoren la movilidad urbana. En la segunda y última fase, Dooroti se enfrentará a iniciativas de España, Francia, Italia, Alemania, Dinamarca, Rumanía e Israel. El programa está coordinado por el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), entre otros organismos. En paralelo, Dooroti trabaja también en la aceleradora de startups Lanzadera, en Valencia, para impulsar su entrada en el mercado.

Una llave digital

Dooroti puede funcionar tanto en edificios residenciales como corporativos. La empresa ha desarrollado, junto con la coruñesa Electrónica y Comunicaciones del Noroeste, un dispositivo que se instala en el garaje y que otorga al propietario o propietarios de las plazas una llave digital que permite abrir el portal desde una app, mediante la que se pueden alquilar plazas por horas, por días o por semanas para optimizar su ocupación. El dispositivo, además, está equipado con una cámara que registra las matrículas de los vehículos que entran y salen.

El de las comunidades de vecinos, con todo, es un público al que miran a largo plazo. Por el momento, prefieren centrarse en empresas que dispongan de muchas plazas de aparcamiento para aprovecharlas con más eficiencia (por ejemplo, los párkings de los supermercados, vacíos en horario nocturno y los domingos).

Ahora mismo, la app de Dooroti cuenta con 500 usuarios (unos 175 de los cuales son diarios), que aparcan en las cerca de 75 plazas disponibles en la plataforma en cinco puntos distintos: dos en Sanxenxo, dos en Pontevedra y uno en Santiago. Sin embargo, la empresa busca “una comercialización masiva”. Para lograrlo, está apostando por afinar el tiro a la hora de implantarse en un punto concreto. “Queremos tener el mayor número de clientes en una sola zona para poder hacer un análisis medioambiental de cuánto se puede ahorrar en contaminación, cuánto dinero ahorran nuestros clientes y usuarios a la hora de implantar Dooroti en una ciudad y cuánto espacio urbano se gana”, explica Guillán.

Para ello, en concreto, tienen el ojo puesto en Vigo y Pontevedra, donde están buscando clientes por ser dos localidades con dificultad para aparcar y por la interconexión que presentan. “Queremos hacerlas como primeras ciudades piloto de Galicia porque están muy conectadas y hay mucho tránsito de usuarios de una a otra”, resume Guillán. ¿El objetivo de estas pruebas? “Aprender lo necesario para salir a vender por todo el país”.

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