Galicia suma solo 17 nuevos trabajadores por cada 100 cercanos a la edad de retiro

Los menores de 25 años no llegan ni al 4% del todos los afiliados a la Seguridad Social en la comunidad | Muchos concellos del interior se quedan ya sin relevo generacional

Jóvenes trabajadores en un almacén | FDV

Jóvenes trabajadores en un almacén | FDV

Julio Pérez

Julio Pérez

Lo que quede de la crisis sanitaria del COVID-19, la evolución de la guerra entre Ucrania y Rusia y la duración también del actual episodio inflacionista condicionarán el comportamiento de la actividad en el corto plazo. ¿Y cuánto es eso? Difícil pronosticarlo. “Una coyuntura extraordinariamente incierta”, según el Banco de España, que pide poner las luces largas y no olvidar en cualquier caso los “retos estructurales de enorme calado” latentes en el país. Mantener “una senda de crecimiento robusto, sostenible e inclusivo” dependerá “de las respuestas que las políticas económicas ofrezcan a este conjunto de desafíos”, destaca el organismo en su informe anual, donde apunta como prioridades el impulso al empleo estable, el incremento del capital tecnológico y humano, favorecer un mayor tamaño de las empresas, un aumento sostenido a la oferta de vivienda en alquiler, la lucha contra las desigualdades sociales, otra vuelca de tuerca al sistema público de pensiones y “potenciar la empleabilidad de los trabajadores mayores”. Aunque el organismo aborda el envejecimiento solo desde la perspectiva del gasto para las prestaciones públicas y la necesidad de desarrollar “una estrategia integral de reciclaje de habilidades a lo largo del ciclo vital” para “alargar la vida laboral de los trabajadores”, las secuelas del invierno demográfico van más allá porque asfixian el mercado laboral.

Por cada 100 trabajadores cercanos a la edad de jubilación, en Galicia únicamente entran 17 nuevos trabajadores en el sistema de la Seguridad Social. La llamada tasa de sustitución de la población afiliada dibuja el equilibrio entre cotizantes jóvenes y los que están a punto de convertirse en pensionistas, como recuerda el Instituto Galego de Estatística (IGE) en el balance que acaba de publicar. Y el indicador no para de caer. Hace una década, en 2011, se movía alrededor de los 30, un umbral al alcance de solo un puñado de concellos en este momento.

Galicia superó en marzo los 1,027 millones de afiliaciones a la Seguridad Social. De ese total, unas 1,008 millones eran de residentes en Galicia. Un mismo trabajador puede estar dado de alta en varios puestos por tener cotizaciones diferentes, el caso, por ejemplo, del empleado de una empresa que, a la vez, desarrolle un negocio por cuenta propia y figure tanto en el régimen general como en el de autónomos. De hecho, el número de personas afiliadas es bastante menor: 972.454. Eso significa que hay 36.300 gallegos que compatibilizan varias actividades.

Afiliados seguridad social

Afiliados seguridad social / Hugo Barreiro

El grupo mayoritario en la pirámide laboral de Galicia es el de 45 a 49 años, alrededor de los 158.300. Representan el 16% del total de afiliados a la Seguridad Social. El 15% (151.200) tiene entre 40 y 44 años y el 14,4% está incluido en la horquilla que va de los 50 a los 54 años (140.300). Los menores de 25 años no llegan ni al 4% (36.277) y los de 25 a 29 años suponen el 7% (67.200). Hay 89.000 de 30 a 35 años (9,1%); 114.600 de 55 a 59 años (11,8%); y más de 100.000 de 60 años en adelante (10,4%).

Además de la tasa de sustitución de la población afiliada, el IGE incluye en su informe otro termómetro de referencia para medir la buena salud del mercado laboral autonómico. Se llama indicador de estructura y pone el ecuador en los 40 años. Por cada 100 trabajadores menores de esa edad en Galicia había en marzo 217 que la superaban, más del doble. También aquí el desequilibrio se agrava. Los cotizantes de 40 años para abajo se redujeron en Galicia en 83.300, especialmente en los de 30 a 34 años (un 30% menos que en 2011); y aumentaron en 149.300 el resto, con un incremento disparado del 48% en los de 60 años en adelante tras el retraso en la edad legal de jubilación.

Los cotizantes de más de 60 años aumentaron casi un 50% desde 2011

Las mayores tasas de sustitución de la población afiliada entre los grandes concellos se dan en Vigo (16,6 cotizantes de menos de 25 años por cada 100 que superan los 55) y A Coruña (16,3). El índice se sitúa en 15,9 en Pontevedra; 15,5 en Ferrol; 15,1 en Ourense; 14,5 en Lugo; y 11,1 en Santiago de Compostela. Salceda de Caselas tiene la tasa más elevada de toda Galicia, casi 34 menores de 25 años por cada 100 mayores de 55 años en alta en el mercado laboral. Le sigue Carballeda de Valdeorras (29,8), Tomiño (28,3), Ribeira (28), Ribadumia (27,6), Fisterra (27,1), O Porriño (26,9), Ponteareas (26,4) y Camariñas (26,3). Hay que tener en cuenta que la clasificación se realiza en función de la localidad de residencia, no del lugar donde esté el empleo. La otra cara de la moneda es la Galicia interior, los concellos más envejecidos, donde el relevo generacional se agota. En Manzaneda es de solo el 5,3; un 5,7/ en Sarreaus y A Gudiña; y el 6 en Ribeira de Piquín.

Suscríbete para seguir leyendo