De casi 68.000 dólares (unos 65.000 euros) a menos de 29.000 (cerca de 28.000 euros) en apenas seis meses. Es decir, el bitcoin se ha dejado casi el 58% de su valor en medio año. Y el desplome ha sido especialmente pronunciado desde el pasado día 4, fecha desde la cual este criptoactivo se ha depreciado más de un 28%, según cifras de la plataforma especializada Coinmarketcap.
Se trata de una situación que afecta a los entre 70.000 y 80.000 gallegos que invierten en esta criptomoneda, según cálculos de Agalbit - Asociación Galega de Blockchain e IoT. Su vicepresidente y portavoz, Antonino Comesaña, calcula que unos 100.000 gallegos invierten en algún tipo de criptoactivo, pero hace hincapié en que estos datos son estimaciones, ya que es “imposible” conocer con exactitud cuántos gallegos han entrado en el mundo del blockchain.
La media de inversión de los gallegos, prosigue Comesaña, es de 2.500 euros, y su fecha media de entrada en este mercado es 2020. Este último dato no es baladí, porque, a pesar de la caída de los últimos meses, una foto más amplia revela que bitcoin había ido acumulando cuantiosas revalorizaciones en los meses anteriores. Así, por ejemplo, un usuario que hubiese invertido 2.500 euros en bitcoin el 13 de junio de 2020 (hace justo dos años), hoy tendría unos 7.685 euros, según extrapolaciones hechas a partir de datos de Coinmarketcap.
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Comesaña y la socia fundadora del bufete vigués Miñoabogados María Extremadouro recuerdan, en este sentido, que a un inversor a largo plazo “el desplome le da igual” porque se trata de correcciones propias del mercado, especialmente volátil. Comesaña pone como ejemplo que, en la anterior corrección, que empezó en diciembre de 2017 y terminó cerca de un año más tarde, bitcoin se depreció un 85%.
No fue, con todo, la mayor caída que experimentó. En junio de 2011, en un artículo cuyo titular vaticinaba “el fin de bitcoin”, la revista Forbes se hacía eco de la caída de esta criptomoneda “desde los 17 dólares [16,32 euros] a unos céntimos en cuestión de minutos”.
Por eso, más que la de bitcoin, a Extremadouro le parece “más importante la caída, por ejemplo, de Terra”, una de las llamadas altcoins (criptomonedas que no son bitcoin), que se ha dejado cerca de un 85% de su valor en una semana. Además, Anchor, un protocolo de finanzas descentralizadas basado en la red de terra, ha tenido desde entonces una fuga de capitales que ronda los 25.000 millones de dólares (unos 24.000 millones de euros). “Aquí el inversor es de un perfil conservador y, una vez perdida la confianza, es difícil recuperarla”, apunta Extremadouro, quien, además, hace una segunda observación: “No sabemos si aquí ha habido un movimiento coordinado porque en este caso se ha pasado de una situación donde había básicamente particulares a otra donde hay grandes inversores que tienen capacidad para darle la vuelta al mercado, que es lo que le pasó el fin de semana a Anchor”.
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Aunque la evolución de las criptomonedas es “completamente imprevisible”, Comesaña aventura que “lo más probable, aunque siempre sin certezas”, es que los precios sigan bajando. Para evitar grandes sustos, desde Agalbit recomiendan que los interesados, además de invertir a largo plazo, tengan unas perspectivas realistas sobre estos activos y su volatilidad. “Intentamos poner los ánimos en su sitio porque hay gente que cree que va a hacerse rica en dos días y luego, cuando ven caídas grandes en poco tiempo, se asustan”, apunta su portavoz, que añade que aquí tiene mucho peso el factor psicológico.
Con todo, señala que las fluctuaciones de bitcoin son similares a las de la bolsa: “Tú comparas la evolución de bitcoin con la de Nasdaq y ves que son prácticamente iguales, solo que en bitcoin las subidas y bajadas son más pronunciadas”.