“Hasta ahora era un trozo de hierro; ahora es un barco porque ha flotado. Ha dado el primer paso”, narró con emoción el presidente de Astilleros Gondán, Álvaro Platero, al nutrido grupo de personas que presenciaron en Figueras la botadura del segundo de los cinco buques que la firma asturiana construye para el armador noruego Edda Wind.
Se trata de una unidad de apoyo para parques eólicos marinos (Commissioning Service Operation Vessel, CSOV en el argot de la industria) de 88,3 metros, gemela a los dos buques que Gondán prevé construir en Vigo si finalmente la venta de la unidad productiva de Hijos de J. Barreras se resuelve en su favor. El juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra, con sede en Vigo, acaba de cerrar la fase de alegaciones a las ofertas presentadas (Gondán, Armón y Marina Meridional) de cara a ejecutar el traspaso.
El primero de estos barcos que se ensamblarían en Beiramar correspondería con la construcción Edda 492, como avanzó FARO. Que se cumpla esta hoja de ruta dependerá de que “la transmisión de la unidad productiva y la preparación de las instalaciones se culminen a tiempo, de forma que no afecten a la fecha prevista de entrega del buque”, apuntó Platero en su oferta de compra de Barreras. El segundo arrancaría con los trabajos de corte del acero en el mes de octubre, con julio de 2024 como fecha de entrega.
En el acto de botadura en Asturias, Platero ofreció los detalles de la primera fase de ampliación de su sede de Figueras: ha comenzado ya la obra para alargar una de las gradas con el fin de poder construir a la vez dos barcos de gran tamaño. La grada número uno del astillero solo les permite montar barcos de setenta metros de eslora, lejos de los casi noventa metros que tienen los buques de apoyo a parques eólicos marinos. Además, están vaciando la zona acantilada para construir un nuevo muelle y más naves que darán cobijo a varios robots de soldadura, como el instalado desde el año pasado en una de sus naves de Barres.
