Hay pocos sectores que lo estén pasando peor que la hosteleríapor culpa de la pandemia, pero pocos también lo tienen tan fácil para recuperar el aliento en cada desescalada. A diferencia del comercio textil, otra de las actividades especialmente lastradas por el coronavirus, bares y restaurantes no se enfrentan a una transformación histórica de los hábitos de consumo, y su futuro inmediato parece más optimista que, por ejemplo, el de los promotores de grandes espectáculos culturales, muy en el aire todavía por las limitaciones de aforo.
Pasó en verano y en las Navidades. La respuesta de la clientela a la reapertura de los locales fue automática en Galicia y la caída en picado del negocio se contuvo. Y volvió a suceder en marzo, que puso fin a seis meses consecutivos de sangría laboral. Con el alivio de las duras restricciones para frenar la tercera ola de contagios del COVID-19, la hostelería creó 1.400 empleos durante el mes pasado en la comunidad.
A la espera de saber cuántas se mantuvieron hasta el último día y el número de bajas posteriores a Semana Santa, el total de afiliaciones medias al sector en marzo ascendió a 62.588 tras un incremento del 2,3% respecto a febrero. Los asalariados en la hostelería gallega subieron en 1.300 y los autónomos sumaron un centenar de nuevas cotizaciones, según los datos de la Seguridad Social recopilados por el Instituto Galego de Estatística (IGE).
Pese al evidente rebote de la ocupación en una de las actividades más intensas en empleo en la economía regional, la hostelería tiene casi 10.000 trabajadores menos que hace un año. La crisis del coronavirus se llevó por delante el 13% de su empleo.
Subida fortísima de contratos
No era muy difícil que, después de la atonía del negocio por las semanas de veto de la Xunta a todo lo que no fuera el servicio de comida y bebida para llevar, el sector remontase con contundencia, ayudado además por el buen tiempo de los días festivos. Las cifras de contratos son el otro ejemplo de lo bien que sentó marzo al sector. Se firmaron 6.000, cinco veces más casi que en febrero.
En restauración (5.494 contrataciones) la subida fue del 259% y en alojamientos (510) se incrementaron un 363%. Al segmento de hoteles le cuesta más levantar cabeza por el mantenimiento de los cierres entre comunidades. En comparación con marzo de 2020 –con medio mes de vieja normalidad y el otro medio en el primer estado de alarma–, la caída de contratos en su caso es del 68%, mientras que en cafeterías y restaurantes mermaron un 22%.
Otros sectores
La hostelería lidera la recuperación del empleo en marzo en Galicia, donde las afiliaciones aumentaron en 4.700, un 0,5%. Entre los grandes sectores, la tendencia al alza es clara. El otro más destacado en el revulsivo laboral es la construcción, con un avance superior al 1% y 800 cotizaciones más que en febrero. Información y comunicaciones registraron un aumento del 1,4% (310); un 2,2% (295) en actividades artísticas, recreativas y de ocio; el 1,2% (599 afiliaciones) en actividades profesionales, científicas y técnicas; y cerca del 0,9% (489) en administración pública.
Las excepciones son la sanidad, que recortó 241 empleos pese a la todavía difícil coyuntura por el COVID-19; las finanzas, con 123 trabajadores menos; y la industria manufacturera que, a pesar de su gran peso en el PIB, solo sumó 21 empleos en marzo.
Díaz apuesta por prorrogar los ERTE después del 31 de mayo con “una fórmula similar a la actual”
La vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo defendió ayer que los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) deben prorrogarse más allá del 31 de mayo con una “fórmula similar a la actual” y que en breve se abrirá la negociación para ello. Durante su intervención en el acto de entrega de los Premios de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Yolanda Díaz destacó que los trabajadores de las pymes han sido de los principales beneficiarios de los ERTE, un “mecanismo contrastado en su utilidad y que debe seguir ejerciendo su protección”. “Así lo haremos a partir del 31 de mayo –añadió–, en una fórmula similar a la actual, y en breve se abrirá la negociación en el seno de la comisión tripartita (donde están Gobierno, patronal y sindicatos)”. La vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, también apuntó esta semana que en la nueva prórroga de los ERTE –donde siguen unos 750.000 trabajadores, de los que alrededor de 34.700 son de Galicia– deberían “ajustarse los parámetros” para “estimular la reactivación”, es decir volver a un esquema que bonifique más a las empresas por los trabajadores que reincorporen de un ERTE. El Círculo de Empresarios pidió ayer al Gobierno que dote a las empresas en ERTE de los mecanismos necesarios para que puedan recuperarse, ya que algunas no podrán cumplir con los compromisos de mantenimiento del empleo asumidos cuando pusieron en marcha sus expedientes. Su presidente, Manuel Pérez-Sala, advirtió de que “algunas empresas desgraciadamente no van a poder cumplir los compromiso que asumieron cuando se pusieron en marcha sus expedientes”.