La del litio es una carrera de relevos. Extracción, refinado y fabricación de uno de los productos que serán la base del Green Deal en Europa: las baterías para la industria de la automoción. Portugal es un atleta aplicado en esta disciplina. Una de las minas para la extracción de litio, la promovida por Savannah Resources –30 kilómetros al sur de la frontera con Ourense–, ha recibido incluso el espaldarazo del EIT InnoEnergy, el brazo inversor del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT, en inglés). Le ayudará con el fichaje de socios comerciales y la financiación para la denominada Mina do Barroso, un proyecto de casi nueve kilómetros cuadrados situado en la localidad de Boticas. Ahora Lisboa quiere dar un paso más, con la instalación en su territorio de una refinería en Matosinhos, a escasos 150 kilómetros de Vigo. El plan barajado por el Ejecutivo luso pasa por reutilizar la refinería de Galp, que ya ha anunciado que "descontinuará" (cesará) su producción en 2021. Sobre la mesa está ya el nombre de Northvolt, la compañía sueca que está levantando una gigafábrica de baterías en Skelleftea.

La petrolera ha asegurado que todavía no ha tomado ninguna decisión respecto al futuro de la planta, que emplea a 400 trabajadores. "Se está desarrollando el cronograma para la implementación de la discontinuidad de las unidades afectadas a toda la actividad de refino de Galp en Matosinhos, que comenzará en 2021", aseguró. De acuerdo al Jornal de Negócios, el Ministerio de Medio Ambiente está al tanto de las conversaciones –Galp está parcialmente participada por el Estado luso a través de Participações Públicas– entre las dos empresas. La infraestructura, ya construida, constituye una oportunidad en materia de ahorro de costes y logística. El próximo ejercicio Lisboa pretende sacar adelante once áreas de exploración, con el objetivo de “favorecerá la instalación de toda la cadena de valor en el país”. El Ejecutivo de António Costa pretende acompañar el cierre de Galp en Matosinhos con dinero europeo del Fondo de Transición Justa, lo que también ofrece más garantías al proyecto de Northvolt. “Portugal tendrá una refinería de litio”, zanjó el titular de Medio Ambiente, João Pedro Matos Fernandes.

FDV

FDV Recreación de la refinería 'Mina do Romano'

La compañía sueca acaba de levantar además fondos por 2.200 millones de dólares (1.800 millones de euros, al tipo actual de cambio), tanto a través de deuda corporativa como de préstamos. El Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha aportado asimismo 350 millones de euros a la gigafactoría de Skelleftea. El paso final es la planta de baterías, carrera a la que se ha sumado Vigo. El proyecto olívico, defendido por la Zona Franca y el Concello, cuenta con el visto bueno del Ministerio de Industria, que estaría dispuesto a unificar en una sola las candidaturas de Barcelona (que quiere cubrir el hueco que dejará el diciembre de 2021 el cierre anunciado de Nissan), Badajoz (que aspira a aprovechar el potencial de las minas de litio que hay en la región) y Vigo para tener mayores opciones a la hora de recibir ayudas del fondo europeo de recuperación por la pandemia.

Lisboa eleva el salario mínimo a 665 euros

El Gobierno socialista portugués ha aprobado una subida del salario mínimo hasta los 665 euros, 30 más que el valor actual, que entrará en vigor el 1 de enero de 2021. La medida fue aprobada en Consejo de Ministros y forma parte de la estrategia del Ejecutivo de terminar la legislatura, en 2023, con un salario mínimo de 750 euros, señaló en rueda de prensa el secretario de Estado de Seguridad Social, Gabriel Bastos. Bastos consideró que la subida del salario mínimo es una medida “instrumental” en la recuperación económica y recordó que el Gobierno va a lanzar un paquete de compensaciones para las empresas.