El comité de empresa de BorgWarner en Vigo ha convocado una huelga indefinida a partir del lunes 14 después de que, según fuentes sindicales, la dirección amenazase con deslocalizar la fábrica a Portugal si no aceptan los recortes en el convenio que contempla su propuesta. Además, la plantilla se movilizará este jueves ante el hotel Coia de la ciudad olívica, a partir de las 10.00 horas, coincidiendo con la celebración de la última reunión entre las partes con la mediación del AGA.

La convocatoria de huelga fue registrada oficialmente este miércoles, informa la CIG, a expensas de que los trabajadores muestren su apoyo a la medida de presión en las asambleas que tendrán este fin de semana en el local de este sindicato en Vigo.

La huelga indefinida llega tras más de un año de reuniones para negociar el convenio, período en el que la empresa anunció un ERE extintivo para 103 personas, que finalmente no llegó a ejecutar porque pactó con la parte social un acuerdo de plan voluntario de bajas incentivadas. "La empresa tuvo que dar marcha atrás después de que el comité convocase una huelga indefinida, tras lo que se abrió un período de negociación con la mediación del AGA", recuerdan desde el sindicato.

La mediación fracasó esta semana, después de que BorgWarner se mantuviese en la misma línea de exigir unos recortes que los sindicatos se niegan a aceptar. Entre otras cosas, la empresa propone que 2020 se cierre sin incrementos salariales y que en 2021 y 2022 los incrementos sean del 0,5%; recortes en el complemento de la incapacidad temporal; reducción de las jornadas de asuntos propios de dos a una, o que los ajustes de jornada que se pactan colectivamente en el calendario laboral pasen a ser de carácter individual. Además, la empresa exige una reducción de los permisos retribuidos, crear una condición salarial de nueva entrada para trabajadores temporales, dejando de percibir el complemento consolidado vigente del convenio de 3.340 euros al año, o regular los descansos y los tiempos.

"La dirección se ha mostrado totalmente intransigente a los intentos de retirar estas medidas tan lesivas para el conjunto del personal y ha llegado a amenazar con desviar los proyectos de nueva adjudicación para la planta de Viana do Castelo [en la que invertirán siete millones de euros], lo que supondría el cierre de la fábrica de Vigo", señalan desde la CIG. "Esto se traduciría en la pérdida de cerca de 700 puestos de trabajo directos e indirectos", apostillan.