Los contactos que el comité de empresa de BorgWarner en Vigo mantuvo este lunes con la compañía con la mediación AGA no sirvieron para que la multinacional estadounidense de la automoción se moviese de su postura inicial. Según fuentes sindicales, la compañía, bajo la amenaza de desmantelar la planta de Vigo, hizo entrega de una plataforma en la que se mantiene en la misma línea de exigir unos recortes que los sindicatos se niegan a aceptar.

Entre otras cosas, la empresa propone que 2020 se cierre sin incrementos salariales y que en 2021 y 2022 los incrementos sean del 0,5%; recortes en el complemento de la incapacidad temporal, reducción de las jornadas de asuntos propios de dos a una, o que los ajustes de jornada que se pactan colectivamente en el calendario laboral pasen a ser de carácter individual. Además, la empresa exige una reducción de los permisos retribuidos, crear una condición salarial de nueva entrada para trabajadores temporales, dejando de percibir el complemento consolidado vigente del convenio de 3.340 euros al año, o regular los descansos y los tiempos.

La multinacional acaba de anunciar una inversión de siete millones de euros en su planta de Viana do Castelo, que ganará capacidad y en la que rebasará los mil empleos directos.