Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El cerrojazo hundió el gasto en gasolinas en Galicia al nivel más bajo de la historia

La venta de gasoil se derrumba hasta los 44,5 litros por vehículo en Pontevedra, frente a los 100 habituales - Los precios, hoy al alza, resisten todo el confinamiento por encima del euro

Un consumidor, repostando en autoservicio en una gasolinera de Vigo. // Marta G. Brea

Aunque pocos pudieron disfrutarlo, el litro de gasóleo se vendió en Galicia de media a 1,03 euros en abril. Fue el mes del cerrojazo casi pleno a la economía, del confinamiento y la batalla, desde casa, contra la pandemia del coronavirus Covid-19; durante catorce días, además, solo las calificadas como actividades esenciales estuvieron operativas. Las carreteras, y las estaciones de servicio, fueron un erial. Treinta días en que el coste del diésel más bajo en cuatro años no pasó de ser un letrero luminoso. Los 448.529 vehículos registrados en la provincia de Pontevedra por la Dirección General de Tráfico (DGT), por ejemplo -incluye camiones, furgonetas, autobuses, turismos, motocicletas o tractores-, consumen de promedio el equivalente a unos 110 litros mensuales. En abril, según los registros de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), no se llegó a los 45. La comercialización de gasoil en las estaciones de servicio gallegas cerró abril en las 54.360 toneladas, el valor más bajo desde que arranca la serie histórica (en enero de 1997). Lo mismo sucedió con la gasolina, con 730.000 vehículos registrados en la comunidad; hay que retrotraerse a febrero de ese mismo año para encontrar unos valores tan inusualmente reducidos, pero, aún así, no tan raquíticos como en esta ocasión (5.800 toneladas).

En marzo la comercialización de carburantes ya experimentó un abrupto descenso, del 30% en la gasolina de 95 octanos y otro 20% para el caso del gasóleo A. Durante el confinamiento la contracción superó el 55% en el diésel en comparación con el mismo mes del año pasado. Este es el carburante que utilizan mayoritariamente los vehículos del sector del transporte, que sí pudo estar operativo durante toda la pandemia: en el parque móvil de la comunidad hay setenta veces más camiones a gasóleo que a gasolina, y en las camionetas la diferencia es de seis veces. En los autobuses la presencia de motores gasolina es testimonial. A nivel nacional la contracción de las ventas fue idéntica, con algo menos de 886.000 toneladas comercializadas de gasoil. España no bajaba del umbral del millón de toneladas desde febrero de 1997, y no hay precedentes conocidos para un mes en el que las ventas de gasolina 95 fuera inferior, como por causa del Covid, a las 100 toneladas (-78% interanual).

También aquí el mapa autonómico es profundamente heterogéneo, y refleja qué comunidades tienen un mayor peso de industrias como la alimentación o la logística o las que se alimentan más del comercio o el turismo. En Baleares, por ejemplo, donde el sector turístico tiene un peso del 35% en su Producto Interior Bruto (PIB) -triplica los valores de Galicia-, las ventas se hundieron entre un 70 y un 82% interanual, para el gasóleo A y la gasolina 95, respectivamente. En Comunidad de Madrid, con el tercer mayor parque de vehículos de todo el Estado, la contracción en las ventas fue veinte puntos superior que en el caso gallego. En las provincias de Pontevedra y A Coruña -sobre todo en la primera- las cifras fueron más similares a las experimentadas por País Vasco o Navarra. El peso precisamente de la industria, el transporte, la alimentación o el sector primario fue lo que permitió a Galicia amortiguar levemente el impacto de la pandemia en el mercado laboral.

Los precios

También experimentaron cambios, pero a años luz de la caída de las ventas y de las expectativas de asociaciones de transportistas, que incluso llegaron a solicitar su intervención. Entre febrero y marzo -el estado de alarma se declaró el día 14 de este último mes- el precio del gasóleo en Galicia cayó en algo más de un 8%, según las bases de datos del Ministerio para la Transición Ecológica: el litro pasó de 1,22 euros a 1,12 de promedio en la comunidad. Durante la fase de hibernación de la economía el coste se contrajo en otros ocho puntos, hasta los 1,03 euros de media el litro. Fueron excepción las estaciones de servicio que bajaron del umbral del euro, que sí se generalizó en buena parte del territorio español en el mes de mayo: en Murcia, Navarra, Comunidad Valenciana, Aragón, Cataluña, Extremadura, Andalucía, La Rioja y Castilla-La Mancha este tipo de combustible se pagó por debajo de ese precio. En Galicia -al igual que en otras cinco comunidades autónomas-, no. Aunque para la desescalada la cotización ha permanecido en valores bastante bajos, a unos 1,05 euros el litro de gasóleo en Pontevedra este fin de semana, y a 1,06 en la provincia de Ourense. La Federación Gallega de Estaciones de Servicio (Fegaes), ya se pronunció sobre el limitado impacto de la pandemia en algunos productos. "La reacción más inmediata por parte de usuarios particulares y empresariales es la de que esa caída [del precio del barril de petróleo] se traduzca de inmediato y de forma proporcionada en el precio de los carburantes en las estaciones de servicio", aunque llamó la atención sobre el peso de los impuestos en el valor final. "El impuesto especial a los hidrocarburos es un tributo fijo, que en ningún caso se ve afectado por la cotización del crudo y que es independiente del precio del combustible", agregó la asociación.

Compartir el artículo

stats