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El peronismo pretende suprimir la rebaja de aranceles a los barcos construidos en Galicia

Macri asumió con Feijóo una bajada del 14 al 7% para propiciar la renovación de flota

Tareas de reparación en el astillero Tandanor. // Tandanor

La flota pesquera argentina tiene una media de edad de 45 años, según la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca. A fin de promover su renovación el expresidente Mauricio Macri lanzó hace un año, a través de una normativa exprés -Decreto de Necesidad y Urgencia, DNU-, un plan de incentivos que no fue bien recibido ni por los gremios de marineros ni la oposición peronista. "Permite prorrogar la construcción y renovación de estos buques hasta el 1 de enero de 2040. Ello se fundaría en la incapacidad de la industria naval para construir semejante cantidad de buques o en la imposibilidad financiera de los armadores para renovar los mismos", clamó entonces el secretario general de la asociación de capitanes, Jorge Frías. Al margen de "incentivos" a la construcción en astilleros locales, escasos a ojos del sector, Macri se comprometería después a reducir a la mitad los aranceles de los buques construidos en Galicia. Lo hizo en el encuentro celebrado entre el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el entonces ministro de Pesca, Luis Miguel Etchevehere. Fue poco antes de las elecciones que precipitaron la salida del macrismo de la Casa Rosada. Diputados afines al nuevo mandatario argentino, Alberto Fernández, trabajan ya para su derogación.

Ailén Carol, Mirta Soraire, Julio Solanas y Guillermo Carmona son los diputados que han presentado ya un proyecto de rechazo a aquel decreto de urgencia al entender, como ha recogido el periódico marplatense Qué Digital, que "pone en juego paralelamente la industria y la soberanía nacional al no promover el recambio en los astilleros locales y permitir que los permisos de pesca queden en exclusivo control de bancos". El decreto permitía ofrecer los derechos de pesca como garantía para la construcción de nuevos barcos, junto a la autorización de pesca y la cuota individual de captura. Para la oposición, ahora en el poder, las cuotas no pertenecen al armador: "Son de propiedad exclusiva del Estado Nacional, y el empresario es un mero concesionario", reza el proyecto que pretende tumbar la DNU.

En aquel encuentro entre Etchevehere y Feijóo los pesqueros que podrían optar a la rebaja arancelaria deberían superar los 30 metros de eslora, con lo que la medida no impactaría a los astilleros argentinas dedicados a la construcción de fresqueros de bajura. Ambos mandatarios también avanzaron en el compromiso para que la mitad de los barcos que operan en aguas de Argentina puedan construirse en astilleros de las rías de Vigo y Pontevedra.

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