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El mayor astillero privado de España, en jaque

Ritz solicita a la Xunta una ayuda millonaria y "a fondo perdido" para su crucero

En la banca se respalda esta hoja de ruta, pero Xunta, Ministerio y Pymar exigen una vía a largo plazo - Las discrepancias abren la puerta a una solución con la naviera como cliente

Los depósitos de los cruceros de Havila, en el muelle de reparaciones de Bouzas. // José Lores

A la crisis que ha explosionado en Hijos de J. Barreras no le ha faltado ningún aderezo. Con la complicación extra -y extraordinaria- de tener que poner de acuerdo a una multiplicidad de actores que, en tiempos de tempestad, eran incapaces de remar juntos. Tampoco ahora. Es cierto que la naviera Cruise Yacht Upper Holdco Limited (que explota la marca comercial Ritz-Carlton Yacht Collection) ha ido reclutando efectivos: empezó por amarrar la cesión de derechos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y Albacora, lo que le garantiza el control efectivo sobre el 75% del accionariado, y ha sumado también al núcleo duro de la banca. Pero, por más que tenga este respaldo para financiar su hoja de ruta, le sigue faltando la carta del dinero. Porque la propuesta de la armadora que comanda Douglas Prothero pasa por garantizarse una inyección millonaria y "a fondo perdido" de la Xunta para reanudar la actividad. Eso sí, solo con un buque en perspectiva: la construcción 1705, su crucero Evrima.

No se trata de una línea de avales y es para "dotar al astillero de un colchón de seguridad" que dé estabilidad y equilibrio a sus cuentas (fondo de maniobra positivo). Como avanzó FARO, en algún momento este verano -antes del 26 de septiembre- la compañía entró en causa legal de disolución al computar unos fondos propios de menos de cinco millones de euros (la mitad de su capital social). Ese escenario sigue igual y el plan Ritz no incluye una compraventa, y por lo tanto no hay inyección de capital. Al menos del suyo. Para que Barreras abandone su estrambótica situación clínica de "disolución suspendida" y deje atrás el preconcurso debe restablecerse el equilibrio patrimonial antes del 2 de febrero; y para que vuelva la actividad a Beiramar debe disponer de tesorería y garantizar a las auxiliares unos compromisos de pago. Pero no solo con las que trabajan en el crucero Evrima, sino con las que se vieron atrapadas por la suspensión y cancelación del proyecto Havila. Su deuda, según fuentes próximas a la atarazana, es de hasta siete millones de euros. Barreras se expone a reclamaciones de estas subcontratas si no cumple con ellas -aun siendo ajenas al crucero de Ritz-Carlton-, ya sin el escudo protector del preconcurso.

'El importe que la naviera ha requerido al Ejecutivo autonómico es "imposible de asumir". Equivale a efectos prácticos a en torno a la mitad del sobreprecio del barco, que ronda los 70 millones de euros, como pudo constatar este periódico en fuentes próximas a las negociaciones, que eludieron concretar ninguna cifra. De acuerdo a los cálculos de la antigua cúpula de Barreras -y previos a la realización del estudio (IBR) encargado a Deloitte- la desviación sobre el presupuesto ascendía a 54 millones. De este importe "algo más de la mitad" eran imputables a la propia Ritz-Carlton, por los costes adicionales en los trabajos de tuberías, aislamiento, reformas en el puente o añadidos posteriores que no figuraban en el proyecto. La paralización de las tareas a bordo y los trabajos de habilitación han elevado ese sobrecoste, pero la correlación de culpas no ha diferido en exceso. La naviera asumirá su parte, pero ha pedido que la Xunta le acompañe con ese desembolso millonario que no incluye -al menos de momento- ningún contrato más que el crucero de ultralujo. Para Gobierno gallego, y lo ha repetido incesantemente y desde el primer momento, este planteamiento no es asumible. De los otros tres contratos que entraron en vigor en Barreras, los dos cruceros para Havila Kystruten fueron cancelados -a instancias del propio astillero- y el ferri de Armas va por el mismo camino, en este caso a iniciativa de la naviera canaria.

Si el plan Ritz no concita unanimidad -y no lo hace, aunque a la banca sí le sirva y esté dispuesta "a aportar la financiación para terminar el barco"-, y el formulado por José García Costas tampoco -toma de control de Barreras con apoyo de un fondo y sin apalancamiento-, es cuando se abre la puerta a un planteamiento alternativo que pondría a la firma que dirige Prothero de nuevo en la posición de cliente. De esta forma se beneficiaría también del tax lease, que le aportaría en torno a 8 millones por cada 50 de sobrecoste "en el mejor de los casos". "Para reformularlo solo deben aportar una revisión del contrato que justifique los cambios. Esto debe ser conocido por Tributos (Ministerio de Hacienda), y aceptado por los estructuradores del tax lease y sus inversores", resume un experto en la materia. Lo que se agota, de nuevo, es el tiempo. Dada la expectativa de volver a gradas "cuanto antes", la inactividad y los días libres pendientes, Barreras comunicó ayer a la plantilla que tendrán vacaciones del 23 de diciembre al 7 de enero.

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