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El desafío demográfico y su impacto en el empleo

Galicia pierde casi la mitad de sus trabajadores jóvenes en 10 años

En 2007 había 449.100 trabajadores menores de 35 años, y ahora solo 243.100 - El colectivo sufre el envejecimiento poblacional y la destrucción de empleo en el "ladrillo"

Gráficos: Simón Espinosa

La economía gallega ya logra producir más que en sus picos precrisis, pero, como avanzó FARO, lo hace con 190.000 empleados menos. Pero esta cifra es idéntica al número de trabajadores jóvenes que se han quedado por el camino, que se reducen hasta prácticamente la mitad que hace una década por el impacto del envejecimiento poblacional y de los efectos de la recesión. A las menores oportunidades laborales de los menores de 35 años por el descenso en las ofertas de puestos de trabajo (fuerte caída de la demanda interna) se unió el extremo proceso de ajuste en el sector que más padeció el parón de la actividad económica y que más se nutría de trabajadores recién salidos de los institutos: la construcción.

Las dificultades para encontrar la mano de obra para responder a una cartera de pedidos que no dejaba de engordar motivaron que el sector constructor ofreciese elevados salarios para trabajadores con baja cualificación. Hasta 44.700 gallegos llegaron a trabajar en el sector de la construcción en el año 2009 -el primero del que ofrece datos el Instituto Galego de Estatística (IGE)-, pero el pinchazo de la burbuja inmobiliaria desinfló esta cifra hasta las solo 11.900 personas a las que da empleo en la actualidad. Se trata de un 73% menos que hace ocho años, lo que lo convierte en el sector que más empleo joven destruye en este periodo.

De hecho, un 23% de los 143.500 puestos de empleo joven destruidos desde el año 2009 se registraron en el sector constructor.El descenso del número de jóvenes con un empleo alcanza las 206.000 personas desde el máximo del año 2007, un 45,9% del total. El envejecimiento poblacional y las dificultades con las que se encuentran los trabajadores con menos experiencia a la hora de acceder al mercado laboral, provoca que si en el año 2007 un 37% de los trabajadores en activo no superaba los 35 años de edad, en la actualidad el porcentaje ya se desploma hasta el 22,7%.

Las cifras de destrucción de empleo entre los más jóvenes podría haber escalado hasta cotas incluso más dramáticas de no haber encontrado su particular refugio en el macrosector servicios. Sobre todo entre aquellos que, como buena parte de los que dejaban atrás la actividad constructora, habían decidido poner punto y final a su etapa formativa antes de llegar a la universidad o a cumplimentar cursos de formación profesional.

El boom del turismo ha convertido a las actividades relacionadas con la hostelería en un bastión del empleo, especialmente entre los más jóvenes. Si el sector primario reducía el número de ocupados de menos de 35 años en un 38% y el industrial un 34,1%, en el sector servicios la cifra se reduce hasta el 32,9%.

Descenso de los activos

La caída del empleo entre los jóvenes en este sector es incluso inferior a la pérdida de población activa en estos grupos de edad. Desde el tercer trimestre del año 2007, pierde 192.800 menores de 35 años en disposición de trabajar, lo que se traduce en un descenso del 35,1%. El denominado invierno demográfico, que amenaza con dar la vuelta a la pirámide poblacional se hace notar con más intensidad en la comunidad gallega que en el resto del Estado. El resto de España pierde en la última década el 41,9% de los trabajadores de menos de 35 años (cuatro puntos menos que Galicia) y del 32,6% entre la población activa de estas edades (seis puntos menos que en Galicia).

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