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El futuro de la multinacional pesquera

Pescanova amortiza el crédito del 15% tras rebajar la quita a la banca en 300 millones

Devuelve de forma anticipada la controvertida línea de financiación y logra rebajar al 4% el interés -Utilizó 83,4 millones, pero tendrá que devolver 3,5 veces más en veinte años

Edificios de Pescanova desde el otro lado de la ría. // Marta G. Brea

Nueva Pescanova ha decidido amortizar de forma anticipada el polémico crédito supersenior de 125 millones de euros, firmado el 28 de abril de 2014 y activado el pasado 29 de diciembre, y que devengaba un tipo de interés del 15% anual. Se trata de una línea de financiación que vencía en 2022 y que era especialmente costosa, y cuya utilización ha generado una retahíla de reproches entre los antiguos y nuevos accionistas de la multinacional. La decisión obedece a la necesidad del grupo de reducir los costes financieros, razón por la cual se ha dispuesto ahora de una nueva línea de crédito de hasta 150 millones y que, de media, tiene un interés anual del 4%. Los prestamistas son, de momento, los mismos bancos españoles que ostentan el control del accionariado. Estas y otras entidades, gracias al ahora amortizado crédito, redujeron sus pérdidas por la reestructuración de la pesquera en 300 millones de euros.

De los 125 millones dispuestos en el supersenior la compañía utilizó 83,449 y, como avanzó FARO, no había intención de disponer de más para no dañar la tesorería. El problema para Nueva Pescanova es la letra pequeña que se le incorporó a este contrato, por el cual ha engordado su deuda en 300 millones a veinte años vista. "Se reconoce un crédito adicional por importe de 2,4 euros por cada euro comprometido", reza el contrato del supersenior, que garantizaba a los bancos y fondos que aportaban el dinero esta contrapartida. El sobrecoste se llamó oficialmente "crédito adicional subordinado". Y, aunque el crédito en sí se ha amortizado anticipadamente, los 300 millones hay que devolverlos igual en el mismo plazo y aunque solo se hayan dispuesto un 66,7% de los fondos (83,4 de 125 millones). ¿Y por qué? La razón, que esta contrapartida extra, la reducción en la quita, fue "la única manera" que encontró el grupo de que los acreedores aprobaran los convenios de las filiales para evitar la liquidación de toda la pesquera.

La totalidad del supersenior que sí se utilizó, esos 83,4 millones, fueron aportados por los bancos del llamado G7: Sabadell, Popular, CaixaBank, Abanca, Bankia, BBVA y UBI Banca (tienen más del 62% de Nueva Pescanova). De este modo la mencionada letra pequeña ha permitido que los bancos y fondos de inversión que pusieron sobre la mesa los restantes 41,6 millones se vayan a beneficiar del sobrecoste de 300 millones aún sin que su dinero haya salido de la sucursal. El fondo norteamericano Broadbill Partners, que participó con unos 500.000 euros, recuperará 1,2 millones hasta 2034. Y, como el supersenior se ha amortizado de forma anticipada en los 30 meses posteriores a su firma, Nueva Pescanova tendrá que pagar una penalización.

El lío entre los socios -la vieja Pescanova tiene el 20% de la compañía- no cesa. El supersenior se firmó en abril de 2014 con los antiguos accionistas en el consejo de administración, y por eso el grupo asegura que "fue activado para cumplir las obligaciones frente a sus acreedores", y en todo caso "heredadas" de la antigua matriz. Desde Pescanova SA niegan la mayor. "Como hemos dicho siempre no era necesario activarlo, y la prueba es que ahora lo quitan. ¿Para qué se activó entonces?", citan fuentes próximas a los antiguos socios. En su opinión, los elevados intereses y los 300 millones de deuda adicional han devorado el patrimonio de Nueva Pescanova SL.

Polémicas a un lado, los bancos y fondos que pusieron los 125 millones sobre la mesa esperan el reembolso para el próximo jueves, 12 de mayo. En esta ocasión no se ha invitado a que participen en el nuevo crédito a otras entidades que no sean "los financiadores habituales" de este tipo de operaciones. Como está abierto el plazo para que otros bancos aporten dinero -hasta alcanzar los 150 millones finales-, Nueva Pescanova no ha querido desvelar el nombre de los que ya están dentro del sindicado, pero sí que todos son españoles y del G7.

La multinacional utilizará estos fondos para circulante (con 75 millones a través de un crédito revolving, que permite pagar intereses solo por la cantidad utilizada) y para actividad comercial (con otros 75 millones de una línea de factoring). El plazo será de dos años, con un tercero adicional, "y permitirá a la multinacional gestionar eficientemente su tesorería y acometer en mejores condiciones sus retos de desarrollo y crecimiento futuro".

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