El éxito de los nuevos motores diésel del grupo PSA Peugeot Citroën (los BlueHDi) ha disparado las ventas de la compañía francesa de componentes para automoción MGI Coutier, cuya planta de Vigo fabrica los depósitos de urea que utilizan estas nuevas motorizaciones, según anunció ayer el director financiero de la compañía, Jean-Claude Thomasset. MGI Coutier facturó en el primer trimestre del año 210,2 millones de euros, un 24,2% más que en el mismo periodo del año pasado.
Thomasset achaca este fuerte crecimiento del negocio a las entregas de los tanques SCR para los motores diésel del grupo PSA Peugeot Citroën, que alcanzaron una cifra de 11,6 millones, frente a los 15,4 millones de todo del año 2014. La corporación francesa, que tiene una planta y un centro de innovación y desarrollo en el polígono vigués de O Caramuxo, mantiene una previsión de ventas de 800 millones de euros para este ejercicio, con un margen operativo de entre el 7% y 8%.
Las instalaciones viguesas participaron activamente en el desarrollo del sistema SCR (siglas de Selective Catalytic Reduction) de PSA que permite convertir las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) en vapor de agua y nitrógeno, adaptando las motorizaciones diésel de modelos como el Citroën Grand C4 Picasso y los Peugeot 508 y 308 a las exigencias de la nueva normativa medioambiental Euro6. Y la planta fabrica los depósitos de urea que utilizan los dispositivos SCR. El Selective Catalytic Reduction es un catalizador situado encima del filtro de partículas que lleva acoplado un depósito de 17 litros con un líquido llamado AdBlue, una mezcla de agua y urea que, al contactar con los gases de escape, se transforma en amoniaco (NH3).
En el SCR, esta sustancia se encuentra con los óxidos de nitrógeno que se pretenden eliminar y el oxígeno, convirtiéndose en vapor de agua y nitrógeno. En el desarrollo de este sistema, además de PSA (que tiene más de un centenar de patentes) y MGI Coutier, han participado otras firmas mundiales como Continental.
