Los trabajadores de los astilleros de Navantia en Ferrol y Fene siguen sin respirar tranquilos, pese a que la dirección de la empresa comunicase ayer a los sindicatos que no tiene previsto ni cerrar centros de trabajo ni reducir plantilla. "Navantia tiene futuro, pero debe acometer transformaciones para ser más competitiva", reconoció el presidente de la firma José Ramón Revuelta.

Según una portavoz de los astilleros públicos, en el informe que presentó el máximo responsable de la empresa se dice "explícitamente" que el objetivo es "lograr esas transformaciones sin necesidad de redimensionar la compañía", por lo que "la base del documento sobre el futuro de Navantia es el mantenimiento de todos los centros de producción y el mantenimiento del nivel de empleo".

Ignacio Naveiras, portavoz del comité de empresa de Navantia en Ferrol, reconoció que la reunión "no ha aportado más tranquilidad" porque aunque "el objetivo" es garantizar el empleo, no fija un "compromiso temporal ni una concreción" al respecto. "No salimos más tranquilos y creemos que el Gobierno tiene que tomar medidas en este asunto, porque la empresa no puede seguir actuando de forma sorda ante las demandas de los trabajadores", apuntó Naveiras. En lo referente a la carga de trabajo tampoco se aportó nueva información, según el comité. Mientras, los delegados sindicales de Navantia Ferrol y Fene continúan su encierro en el Ayuntamiento de Ferrol para reclamar soluciones a la situación de la empresa.

Los sindicatos acudieron ayer a Madrid a la llamada del presidente de Navantia. Creían que les iba a mostrar el Plan Estratégico 2014-18 de Navantia, pero lo que Revuelta les expuso fue el Documento de trabajo para el futuro de Navantia 2014-2018. Un cambio de nombre que no modifica las ideas centrales del texto que será presentado mañana al consejo de administración de la compañía.

Durante más de dos horas de exposición, Revuelta informó a los representantes sindicales del plan de medidas con el que Navantia pretende ahorrar 100 millones en 2014. Según los sindicatos, ninguna de ellas afectará a la plantilla: ni habrá cierres de centros ni despidos. Eso es lo que, al menos, les trasladó el presidente.

Fueron dos horas de análisis "de diagnóstico interno y externo" y de análisis de mercado, que se centraron en 60 acciones con las que se pretende "ser más competitivo". La mayoría de estas acciones, según los sindicatos, son de carácter interno y se basan en "mejorar la cultura de costes, mejorar la gestión de las compras, estandarizar nuestra ingeniería para que seamos más útiles y más prácticos a la hora de elaborar proyectos, así como en analizar el mercado para hacer proyectos en paralelo al propio mercado".

Estas acciones también buscan "una transformación profunda de la compañía en cuanto a la cultura de costes".

El documento de trabajo prevé que la compañía "potencie al máximo" su proyección en las áreas de negocio como la construcción, las reparaciones y los sistemas de apoyo al ciclo de vida de los buques, tanto en el área civil como militar. Revuelta dejó claro que todo se basa "en una premisa fundamental: en la unidad de Navantia como grupo. La salvación de Navantia es todos juntos".