La grada del astillero de Ferrol se quedó ayer vacía. No ocurría algo parecido desde hacía décadas. Sobre las dos de la tarde salía el buque LHD Adelaide, el segundo y último que contrató la Armada australiana en 2007. Su marcha deja la grada sin ningún nuevo barco en construcción. La consecuencia es que 500 trabajadores, el 25% de la plantilla de Navantia, llegarán hoy a su puesto de trabajo y no tendrán nada que hacer, y entre 500 y 1.000 empleados de empresas subcontratadas perderán su trabajo.

Un centenar de ofertas

Por otra parte, Navantia informó ayer que hasta el octubre había presentado 111 ofertas, frente a las 50 del mismo periodo de 2012. En el mercado militar internacional realizó 65 ofertas y en el civil/eólico, 46, y ha abierto delegaciones en Turquía, Golfo Pérsico, Latinoamérica e India.