El pontevedrés Damián Aguín, tercer oficial del petrolero "Mattheos I" –buque que estuvo secuestrado durante once días por piratas en el Golfo de Guinea–, indicó a su llegada al aeropuerto de Peinador en Vigo que se siente "feliz" de volver a casa y reconoció que "lo vivido en ese barco no se lo deseo a nadie".

Aguín, a su llegada al aeropuerto vigués acompañado por su padre, manifestó su deseo de disfrutar de las vacaciones acompañado por todos sus familiares. "En estos momentos lo que más me apetece es reunirme con mi mujer y mi familia y disfrutar de las vacaciones, que durarán unos cuatro meses", explicó el tripulante del "Mattheos I", y añadió que "quiero olvidar todo lo que ha ocurrido estos últimos quince días, que ya bastante fue".

El oficial, vecino de Portonovo, reconoció que pasó "miedo y nervios" cuando los secuestradores se hicieron con el control del barco, pero afirmó que no dejará el mar y volverá a embarcar cuando sea. "No fue una situación cómoda, no trabajas con un capitán o un armador sino para once piratas que van armados. Ni descansas, ni comes", explicó el marinero.

"Al principio todos pensábamos que el secuestro duraría poco tiempo, que descargarían el fuel y se irían, pero cuando ves que el tiempo pasa y no aparecen otros barcos te empiezas a preocupar", destacó Aguín.

La vida en el puente

En cuanto al grado de información sobre el exterior, el tripulante dijo que no tenían conocimiento alguno sobre lo que ocurría fuera del petrolero y afirmó no saber si las autoridades o las familias estaban informadas sobre la situación que los miembros del buque estaban viviendo.

Con gesto algo cansado, el tercer oficial explicó que era la primera vez que faenaba en el Golfo de Guinea y que, aunque conocían la existencia de piratas en la zona, ni él ni sus compañeros esperarían que les "tocase" vivir una experiencia así a bordo del barco.

Aguín manifestó que los piratas hablaban inglés y que "ocho o nueve de ellos" estaban armados. También explicó que no salía del puente de mando del barco porque los piratas no se lo permitían y que dormía y se aseaba allí.

Sobre si sufrieron malos tratos, reconoció que los tripulantes filipinos los padecieron y que el segundo oficial del barco también, pero que él y sus compañeros españoles fueron más afortunados.

El marinero manifestó a los medios su agradecimiento a las autoridades por el papel desarrollado durante todo el proceso. "Quiero manifestar mi agradecimiento al Gobierno, la embajada y el consulado que hicieron todo lo posible por facilitar nuestra vuelta, sin ellos yo no estaría aquí", explicó Aguín a los periodistas en su llegada a Peinador.

En la tripulación del "Mattheos I" faenaban otros dos gallegos. El primer oficial del petrolero, Manuel Bilbao, natural de Ferrol, se reencontró anteayer con su familia en el aeropuerto de Tenerife, ciudad en la que reside, mientras que el jefe de máquinas del petrolero, Saturnino Galán, llegó también ayer, en su caso al aeropuerto de Alvedro en A Coruña, pero evitó hacer declaraciones a los medios, aprovechando la llegada con adelanto de su vuelo.

Los 23 tripulantes del "Mattheos I" fueron liberados el pasado sábado después de permanecer secuestrados por un grupo de piratas durante once días en el Golfo de Guinea.

Los asaltantes se hicieron con unas 7.500 toneladas métricas de gasóleo de las alrededor de 40.000 que transportaba desde el puerto de Rotterdam (Países Bajos).

Para los marinos Aguín, Bilbao y Galán está ha sido una experiencia que tardarán en olvidar, un episodio más de piratería en el Golfo de Guinea que, lamentablemente es, a día de hoy, uno de los lugares del mundo más peligrosos para faenar.