La moda y el textil gallego se ha convertido en un referente de calidad, diseño y saber hacer en España, aunque eso no lo exime de los riesgos propios de una caída del consumo y de la competencia de países de bajo coste. No obstante, las empresas gallegas confían en seguir aumentando el empleo en la comunidad gallega, no tanto en talleres como en labores de diseño, comercialización y marketing. Así lo cree Pedro Regojo, presidente de Cointega: "Eso de lanzar cuatro colecciones al año se acabó.

Nuestras empresas crean una cada mes". Este empresario vigués confía en que la internacionalización de la moda gallega contenga los efectos de la desaceleración económica que vive España, sobre todo a nivel de ventas. "En los segmentos de ropa media-alta apenas hay variaciones; sí en la barata", confirma. Regojo asume que la mayor parte de las producciones de las industrias gallegas de textil y confección se realizan fuera de España, en países de mano de obra barata, pero él defiende este modelo de negocio siempre y cuando se mantengan los centros de decisión en Galicia, así como aquellos puestos de trabajo más cualificados. "El sector necesita a gente preparada, que se centre en el diseño, el marketing, la comunicación", concluye.