Díselo con flores

La floración de los pomares estradenses repite ya desde esta semana como uno de los polos de atracción turística de A Estrada en los meses de primavera

Manzanos con flor, ayer, en una plantación de Agar.

Manzanos con flor, ayer, en una plantación de Agar. / Ana Cela

Ana Cela

Ana Cela

Ver los manzanos en flor es uno de esos espectáculos gratuitos que regala la naturaleza. Hace unos años que alguien abrió los ojos y, simplemente, vio. Y, al ver, encontró en tierras de A Estrada la oportunidad de aprovechar este reclamo como polo de atracción turística en meses en los que la demanda es menor que en otras épocas del año. De este modo, la floración de los pomares estradenses, cada vez más y mayores, repite ya desde esta semana como una tarjeta de visita del municipio para turistas llegados desde múltiples rincones.

La floración todavía no estaba ayer en su máximo apogeo, pero promete. Las largas jornadas de lluvia y el calor que llegó en los últimos días garantizan un pase inminente para disfrutar de todos estos frutales en floración. Los primeros en comprar entrada han sido aquellos que han conseguido plaza en el programa Maceiras en flor, impulsado desde hace años por la Diputación de Pontevedra. Como es habitual, al poco tiempo de lanzar la oferta de plazas, quedaron agotadas.

Desde el sábado

Los recorridos entre manzanos florecientes arrancarán este sábado, 27 de abril. En esta ocasión, la institución que preside Luis López programa cuatro recorridos, cada uno de ellos con 40 plazas, de manera que sean un total de 160 personas las que se den cita en plantaciones de manzanos y sidrerías de A Estrada.

“Queremos desestacionalizar la demanda y dinamizar el interior de la provincia, así como ofrecer una oportunidad única de gozar de este hermoso espectáculo floral”, apuntó el presidente provincial al presentar estas rutas. Cada una de las propuestas visitará otras tantas sidrerías –Rabiosa, Peroja, Ribela y Camino–, cada una localizada en distintos puntos del amplio territorio estradense, líder en Galicia en la producción de manzana ecológica.

Las cuatro rutas comenzarán con una visita a una plantación de Callobre y a la Sobreira de Valiñas, un ejemplar de unos 300 años de antigüedad que se levanta hasta una altura aproximada de unos 22 metros, siendo uno de los alcornoques más importantes de toda Galicia. Después de recorrer el pomar y disfrutar de los manzanos arrancando la etapa de floración, llegará el momento de que los asistentes conozcan cómo se realiza, de manera artesanal y tradicional, el proceso de transformación de la manzana recogida en estas plantaciones en sidra ecológica. Y, de la teoría, se pasará a la parte más sabrosa de la experiencia: una cata-degustación de sidra y de productos de la zona.

Las plazas se otorgaron por orden de inscripción, asignando a cada persona interesada un máximo de cuatro asientos. El traslado hasta A Estrada está también incluido en la experiencia. Los autobuses saldrán de Pontevedra desde la capilla de San Roque, pero las personas que lo deseen también podrán desplazarse por su cuenta hasta el punto de encuentro en A Estrada.

El turismo rural del municipio también apostó en los últimos años por aprovechar el tirón que tiene el fenómeno de la floración de los manzanos para diseñar paquetes turísticos especializados.

Preparativos para la Feira da Sidra, en mes y medio

El sector de la manzana y la sidra de A Estrada se prepara ya para una nueva edición de la Feira da Sidra, un evento que cada año gana mayor número de visitantes y que se está convirtiendo en otro importante reclamo que sitúa al municipio como la capital gallega de la sidricultura. Para la cita falta un mes y medio, teniendo en cuenta que esta celebración se programa cada año en el primer sábado del mes de junio. De este modo, en este 2024 la cita será el 1 de junio. El evento incluirá lagareros llegados de distintos puntos de la geografía nacional, siendo habitual también la presencia de sidreros de otros países. Además, el certamen brindará a los productores locales la oportunidad de escanciar los caldos de la temporada, después de que muchos de ellos ya hayan hecho en las últimas semanas la “abillada”.