La sequía de Castilla garantiza el cereal a Deza

Las cooperativas, que compran la paja para cama y alimento a esta comunidad y no a Xinzo, reconocen que se ha encarecido

Pacas de paja almacenadas en la cooperativa O Rodo, de Rodeiro.

Pacas de paja almacenadas en la cooperativa O Rodo, de Rodeiro. / O Rodo

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Nunca llueve al gusto de todos, y menos en este pasado invierno. Los aguaceros que cayeron desde noviembre anegaron, literalmente, los campos de cereal del concello ourensano de Xinzo da Limia, hasta el punto de que el 90% de la siembra no logró enraizar, y ese 10% restante será de una calidad inferior por se exceso de agua y la falta de sol y calor. Los terrenos llanos, además, impiden evacuar el agua, y a finales de marzo se calculaba que hasta un mes después no podría sembrarse el cereal de primavera.

Las cooperativas dezanas adquieren la paja de cereal a través de Xuncoga, que lo compra a Delagro. Buena parte de este alimento que se usa también para cama de los animales procede de Castilla y León, una comunidad que el año pasado vio como su cosecha de primavera se iba al traste por la sequía, pero precisamente la escasez de lluvias de este invierno permite ahora disponer de este producto. Eso sí, su precio se ha encarecido, quién sabe si por esa falta de oferta desde las tierras de A Limia o porque Ucrania, el granero de Europa, sigue sumida en una guerra dos años después y ha perdido su fuelle exportador.

Hierba seca y alfalfa

Desde la cooperativa O Rodo su presidente, Jesús Montes, explica que la tonelada de paja cuesta ahora “200 euros, mientras que el año pasado estaba entre los 100 y los 120”. Y es un gasto recurrente, porque “en una granja de leche, precisas un camión de paja cada dos ó tres meses”, calcula. Para capear la falta de este material el año pasado, en la cooperativa de O Rodo emplearon como alternativa la hierba seca, que sí puede servir como sustituto a la hora de preparar las camas de las vacas, pero como alimento no aporta la misma fibra.

También puede echarse mano de la alfalfa que, curiosamente “está más barata que la paja pese a que es de mayor calidad nutritiva”, explica el presidente de Campodeza, Manuel Pichel. Apunta que días atrás les llegó un camión de paja procedente de Valladolid, que les permitió al menos ahorrar el coste del transporte desde Huesca. Campodeza era, precisamente, el único socio que tenía Delagro cuando se puso en marcha la cooperativa de segundo grado Xuncoga, y fue Campodeza quien propuso seguir comprando a esta central no solo cereal, sino también medicamentos, plásticos o maíz.

A la espera de cómo evolucione el precio en las próximas semanas, las cooperativas ya están inmersas en sus propios cultivos, como el ensilado del primer corte del forraje o la siembra del maíz. “La calidad de la hierba para silo es buena, pero la cantidad no porque no pudimos abonar” debido precisamente a las sucesivas borrascas del invierno, relata Jesús Montes. Las explotaciones se afanan ahora en las tareas de abonado para que las próximas cosechas sí puedan compensar los malos números de estos meses del invierno.

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